Un total de 11 llamadas de ciudadanos al servicio de emergencias advirtieron de la aglomeración de gente y revelan una situación caótica en las calles de Itaewon, horas antes de la avalancha que costó la vida a más de 150 personas el pasado sábado durante las celebraciones de Halloween en ese barrio de Seúl, en Surcorea.
La Agencia Nacional de Policía (NPA) surcoreana ha hecho públicos los registros de estas llamadas al número de emergencia 112, muchos de los cuales pueden verse hoy recopilados en las páginas web de medios locales.
Una primera llamada realizada a las 18:34 horas locales del sábado advirtió del peligro de que la gente pudiera resultar aplastada en el callejón que conecta la avenida principal del barrio, Itaewon ro, con una calle peatonal que tiene la mayor concentración de bares de la zona y que está junto a una salida de metro y al cruce principal del vecindario, donde el sábado acudieron en torno a 100 mil personas.
"Estuve en ese callejón ahora mismo con la gente subiendo y bajando y da miedo. La gente no puede ir hacia abajo y hay gente que está empujando intentando ir hacia arriba, sentí que uno podía morir aplastado", explicó la persona que realizó esa primera llamada.
"Da escalofríos. Es un callejón tan estrecho y todo el mundo que sale de la estación sube por ese callejón y se mezcla con los que tratan de salir, y además hay gente haciendo cola para una discoteca", afirmó este ciudadano que solicitaba presencia policial en el lugar donde se produjo la avalancha.
Varias llamadas más a partir de las 20:00 horas locales advirtieron del caos, de que la gente se estaba "cayendo" y "haciéndose daño" y de que la situación era "peligrosa".
En torno a las 21:00 las llamadas se repitieron cada pocos minutos hablando de pánico y del peligro de que gente "muera aplastada" y, como en los anteriores casos, se les dijo que agentes de policía acudirían al lugar mencionado.
Un ciudadano atrapado en el callejón realizó una última llamada cuando se produjo la mortal avalancha, a las 22:11, que concluyó entre gritos de dolor y con la persona exclamando "¡En la calle trasera de Itaewon, la calle trasera de Itaewon!".
Las autoridades surcoreanas han admitido la ausencia de protocolos en el país para desplegar activos de seguridad en un evento a gran escala en el que no exista un organizador y por el momento se desconoce si las autoridades locales solicitaron más medios para una celebración que cada año iba aglutinando más gente en el barrio.
La publicación del registro ha enfurecido a la opinión pública por la aparente falta de respuesta policial ante un desastre que ha dejado 156 muertos de momento y 29 heridos graves.