Benedicto XVI pide perdón a víctimas de abusos; niega haber encubierto a sacerdotes

Después de que un informe alemán citó a 497 víctimas de abusos en Alemania entre 1945 y 2019 por parte del clero, el papa emérito Benedicto XVI pidió perdón, pero negó el encubrir a los sacerdotes.

Benedicto XVI aseguró que nunca encubrió estas agresiones cuando tenía importantes responsabilidades en la Iglesia Católica. (Reuters)
AFP
Ciudad del Vaticano, Santa Sede /

El papa emérito Benedicto XVI pidió "perdón" este martes por la violencia sexual contra niños cometida por el clero, pero negó haber encubierto a sacerdotes que cometían estos abusos.

En una carta hecha pública por el Vaticano, tres semanas después de la publicación de un informe independiente en Alemania donde se acusaba a Benedicto XVI de inacción frente a abusos cometidos en el arzobispado de Múnich, el Papa emérito aseguró que nunca encubrió estas agresiones cuando tenía "importantes responsabilidades en la Iglesia Católica".

"Solo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón", dijo el Papa emérito.
"En todos mis encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes (...) he percibido en sus ojos las consecuencias de una grandísima culpa y he aprendido a entender que nosotros mismos caemos dentro de esta grandísima culpa cuando la descuidamos o cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha sucedido y sucede demasiadas veces", aseguró en su carta.

Benedicto XVI, consternado

El cardenal Joseph Ratzinger fue arzobispo de Múnich de 1977 a 1982, y papa de 2005 a 2013.

"Mayor es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi misión en los respectivos lugares", agrega el Papa emérito, diciéndose "consternado".

El informe publicado en Alemania sobre los abusos sexuales contra menores en el arzobispado de Múnich y Freising reprochaba al entonces cardenal Ratzinger, que estaba informado de las agresiones cometidas por un sacerdote, Peter Hullermann.

En un documento también hecho público por el Vaticano el martes, consejeros del Papa emérito rechazan estas acusaciones expresadas en el informe alemán, que han analizado al detalle. Benedicto XVI les agradece su ayuda para redactar la respuesta al bufete de abogados de Múnich y para analizar las miles de páginas del informe.

"Cuando fue arzobispo, el cardenal Ratzinger no estuvo implicado en intentos de disimular abusos" ni tampoco estaba "informado de agresiones cometidas o presuntamente cometidas por sacerdotes" dicen sus consejeros, estimando que el informe alemán tiene elementos "inexactos".

A finales de enero, el Papa emérito rectificó sus declaraciones a los autores del informe, reconociendo que sí participó en una reunión crucial en 1980 sobre los presuntos abusos cometidos por Peter Hullermann.

"Este error, que lamentablemente se produjo, no fue intencionado y espero que sea disculpado", dice el Papa emérito en su carta. "Me afectó profundamente que el descuido se utilizara para dudar de mi veracidad, y presentarme incluso como mentiroso".

En la misiva, el Papa emérito también agradece a su sucesor, Francisco, por "la confianza, el apoyo y las oraciones que me ha manifestado personalmente".

Benedicto XVI concluye la carta refiriéndose a su propia muerte.

"Muy pronto me presentaré ante al juez definitivo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento sin embargo feliz", asegura el Papa emérito, que vive retirado en un monasterio en el Vaticano y cuyo estado de salud es muy delicado.
"Las palabras de esta carta son las de un anciano impotente, que siente que se acerca su encuentro con Dios" e "invita a toda la Iglesia a sentir como suya, la herida abierta de los abusos", dice Andrea Tornielli, editorialista del medio oficial Vatican News.

"Benedicto XVI nunca quiso disimular el mal en la Iglesia", reaccionó también su exportavoz Federico Lombardi, que interpreta esta carta como el "resultado de un tiempo profundo y doloroso y de un sincero examen de conciencia".

El informe alemán citó a 497 víctimas de abusos en Alemania entre 1945 y 2019, sobre todo jóvenes muchachos y adolescentes, y a unos 235 presuntos culpables, sobre todo sacerdotes. Tras su publicación, el Vaticano expresó su "sentimiento de vergüenza y sus remordimientos".

Colaboradores de Ratzinger niegan las acusaciones

Asimismo, colaboradores del papa emérito Benedicto XVI divulgaron hoy un análisis en el que rechazan todas las acusaciones sobre su posible responsabilidad, cuando era arzobispo, en algunos casos de encubrimiento de abusos a menores por parte de religiosos, como se indicaba en el reciente informe sobre la diócesis de Múnich y Freising.

La carta del Papa emérito fue acompañada por un análisis realizado por sus colaboradores y expertos de derecho canónico en el que desmontan algunas de los hechos que aparecen en el informe publicado el pasado 20 de enero.

En el documento de hoy se admite que se produjo un error en la memoria defensiva de cerca 82 páginas enviada a los investigadores y que Joseph Ratzinger sí que participó en el Ordinariato (reunión de obispado de Munich y Freising) del 15 de enero de 1980.

En aquella reunión, según la investigación, se trató el traslado de un sacerdote acusado de abusos a menores, Peter H., quien después volvió a cometer abusos en la archidiócesis de Múnich, lo que llevó a que fuera trasladado de nuevo.

Sin embargo, añaden que Ratzinger "desconocía que el sacerdote fuese un abusador" y que durante esa reunión se habló de que el joven tenía que ser trasladado a Múnich porque "se tenía que someter a una terapia" pero "no se mencionó el motivo de la terapia" y tampoco "se decidió ninguna labor pastoral" para él.

Respecto a los otros tres casos de sacerdotes pederastas que aparecen en el investigación y de los que Ratzinger habría tenido conocimiento, los colaboradores aseguran "que nada de esto es verdad" y que "la investigación no muestra pruebas al respecto".

Añaden que durante la rueda de prensa de presentación del informe uno de los peritos que lo elaboró afirmó que "no hay pruebas" y a la pregunta de un periodista sobre si el Papa emérito podría saber de ello se respondió "según la opinión subjetiva de los peritos, que sería algo altamente probable".

"La pericia no contiene ninguna prueba que corrobore la acusación de comportamiento erróneo o de complicidad en el encubrimiento", aseveran.

Otro de los puntos que se discuten a Benedicto XVI es que "habría minimizado los actos de exhibicionismo" de uno de los sacerdotes, sobre lo que los colaboradores aseguran que en su respuesta a los investigadores que sólo no lo ha minimizado sino que lo ha expresamente condenado" explicando que estos actos son "terribles", "moralmente reprobables", "irreparables" y "pecaminosos" y que sólo se recordaba que "en el derecho canónico entonces vigente esto no constituía propiamente un delito".

scsa

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.