En las últimas semanas, el gobierno estadunidense ha subido ligeramente el tono contra su histórico aliado Israel, tras la serie de protestas contra la controvertida reforma judicial impulsada por el primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu.
Después de tres meses de protestas contra la propuesta, que restringiría la autoridad de la Corte Suprema y daría a los políticos mayores poderes sobre la selección de jueces, la Casa Blanca acogió el lunes "con satisfacción" el anuncio de Netanyahu de la suspensión de la adopción del paquete legislativo por parte del Parlamento israelí.
Justo antes de que Netanyahu acordara hacer una pausa para el diálogo, el Ejecutivo estadunidense había dicho que estaba "profundamente preocupado" por los acontecimientos en Israel después de que Netanyahu cesara al ministro de Defensa por criticar la reforma.
Y la semana pasada, el Departamento de Estado emitió críticas inusualmente fuertes sobre la coalición de extrema derecha que anuló una ley sobre los asentamientos israelíes en Cisjordania y sobre los comentarios de uno de los ministros de Netanyahu negando la existencia del pueblo palestino.
Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden ha querido evitar repetir un episodio desagradable de su época como vicepresidente de Barack Obama: una pelea pública con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Equilibrio
La reacción de la administración Biden aún está lejos de la acritud, las tensiones e incluso la hostilidad entre el presidente demócrata Barack Obama y el también entonces primer ministro derechista Benjamin Netanyahu.
Eso se vio especialmente durante el segundo mandato de Obama, cuando Netanyahu se unió a los republicanos en el Congreso estadunidense en contra de un acuerdo nuclear con Irán.
David Makovsky, experto en relaciones israelíes-estadunidenses del centro de estudios Washington Institute for Near East Policy, cree que Biden ha logrado cierto equilibrio.
En Estados Unidos, donde vive la mayor cantidad de judíos en el mundo fuera de Israel, 7.5 millones en 2020, según el Pew Research Center, "la administración Biden está jugando bastante bien", afirma Makovsky.
"Para Biden, al menos cuando se trata de Israel, no se sacan los trapos sucios. En eso, no es Obama", apunta.
Según Makovsky, las repetidas declaraciones de Estados Unidos sobre los principios democráticos y el hecho de que Netanyahu todavía no haya sido invitado a la Casa Blanca desde que regresó al poder en diciembre, dicen más que un largo discurso.
Pero "al mismo tiempo, la administración de Biden no quiere ser demasiado dura y convertirse en una bolsa de boxeo para la derecha israelí", señala el experto.
El hijo de Netanyahu, Yair, acusó a Estados Unidos de financiar las manifestaciones, lo que el Departamento de Estado negó rotundamente.
Demócratas apoyan a los palestinos
La relación entre Estados Unidos e Israel ha sido históricamente cercana, con el Partido Demócrata y el Partido Republicano apoyando en gran medida al Estado judío.
Sin embargo, últimamente ha habido un cambio en las opiniones dentro del Partido Demócrata, con un número creciente de demócratas expresando simpatía por la causa palestina.
A pesar de la relación cordial entre Biden y Netanyahu, algunos demócratas están expresando preocupación por las políticas del primer ministro israelí, especialmente en lo que se refiere a la reforma judicial que algunos creen podría socavar la democracia y los derechos civiles en Israel.
En los últimos años, el Partido Republicano se ha alineado en gran medida con la línea dura de la derecha y la extrema derecha gobernantes en Israel, mientras que el expresidente Trump abandonó la búsqueda de una "solución de dos estados" israelí y palestino y reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.
Los grupos de izquierda proisraelíes, como J Street, están pidiendo a Estados Unidos que apoye las manifestaciones en Israel y que haga más para apoyar la democracia en el país. En general, la relación entre Estados Unidos e Israel es compleja y sigue siendo objeto de debate en el panorama político estadunidense.
MO