Al menos 14 policías resultaron heridos este miércoles en choques con indígenas desplazados por el conflicto armado en Colombia y que ahora viven en Bogotá, donde se manifestaban, informó el ministro de Defensa.
Los comuneros protestaban en el centro de la capital colombiana por el hacinamiento y las malas condiciones en las que permanecen en un albergue de la ciudad, cuando estallaron los enfrentamientos, según la ONG Temblores.
Videos difundidos en redes sociales muestran a indígenas del pueblo Embera agrediendo a los policías con bastones de palo. Un uniformado estaba tirado en el piso mientras recibía golpes de una multitud.
"Nada justifica la agresión que sufrieron esta tarde 14 miembros de la Policía Nacional a manos de indígenas en Bogotá. Los agresores deben ser judicializados y sancionados", escribió en Twitter el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Por su parte, en la misma red social, el presidente Gustavo Petro condenó las agresiones.
"Nunca será protesta la agresión a un policía (...) Es también violador de derechos humanos el que agrede en estado de indefensión a un policía", dijo.
Según Temblores, una organización que monitorea la protesta social en el país, 11 funcionarios de la alcaldía de Bogotá y cinco civiles también resultaron heridos.
La secretaria de Educación de Bogotá, Edna Bonilla, alcaldesa encargada ante la ausencia temporal de la mandataria Claudia López, declaró a los medios que seguridad pública "se vio en la necesidad" de usar la fuerza, debido a que los indígenas se querían tomar un edificio privado, por lo que estos respondieron.
Cientos de aborígenes embera malviven desde 2020 en Bogotá, a donde llegaron desplazados por los grupos armados que los obligaron a abandonar sus hogares en los departamentos de Chocó (noroeste) y Risaralda (centro-oeste).
Durante meses ocuparon el Parque Nacional, en el corazón de esta ciudad de ocho millones de habitantes, y fueron traslados en mayo a un refugio, desde donde denuncian abandono estatal.
Según testimonios recabados por la AFP cuando aún no abandonaban el parque, los indígenas temen volver a sus lugares de origen ante la intimidación de las organizaciones ilegales.
Por las agresiones de este miércoles, la policía divulgó un cartel con fotografías de 18 de los involucrados y ofreció una recompensa de unos 10 mil dólares por información que ayude a ubicarlos.
Las poblaciones originarias libran una disputa histórica por la tierra, son víctimas del racismo y blanco frecuente de grupos armados financiados por el narcotráfico. Según la Organización Nacional Indígena de Colombia, al menos 2 mil 200 emberas han sido desplazados por la violencia.
ledz