El ministro de la presidencia de Bolivia, Jerjes Justiniano, aclaró que el decreto supremo que define las tareas del Ejército y la policía en operativos de orden social, “no es una licencia para matar”.
En conferencia de prensa dentro del Palacio de Gobierno, indicó que la presidenta interina Áñez sólo dio un marco legal a las autoridades, a fin de no verse rebasadas por los grupos subversivos.
Afirmó que el decreto permite a los efectivos desplegados, como a cualquier otro ciudadano, actuar en legítima defensa en caso de ser agredidos y sin tener repercusiones legales.
“El decreto supremo no es una licencia para matar, sólo define la tarea de las fuerzas armadas con una base constitucional en garantizar la estabilidad del país y solo se dice que puedan salir en ese orden”, dijo Jerjes Justiniano.
Comentó que los efectivos desplegados tienen como único objetivo disuadir protestas y replegarlos en proporción a las fuerzas usadas por los grupos subversivos. Asimismo, criticó la velocidad con la que la CIDH se pronunció contra el decretó y tardó 20 meses en criticar “los fraudes de Evo Morales para reelegirse en su cuarto mandato”.
Acusan que cocaleros se hacen daño entre ellos mismos
El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, afirmó que al menos tres de los cocaleros muertos en el departamento de Cochabamba “tienen tiros en la nuca” provocados por sus propios compañeros.
En conferencia de prensa, indicó que tiene en su poder videos, que “por respeto no difundirá”, donde los manifestantes piden “hacerse daño para culpar a las autoridades”.
Agregó que los propios familiares de los cinco muertos se negaron en un principio a entregar los cuerpos a los peritos de la Fiscalía General para realizarles los estudios forenses.
“Muchos de los dos o tres que tengo confirmados tienen un tiro en la nuca, ¿Cómo han podido recibirlo? El compañero de atrás les ha disparado. Ellos se gritaban: “hagámonos daño y le echamos la culpa a ellos”, aquí hay una mente macabra detrás”, dijo Arturo Murillo.
Murillo indicó que quienes mantenían el gobierno desde hace 14 años en Bolivia son los grupos que siguen sometiendo a la gente y desestabilizando al país.
“Agradezco a las fuerzas armadas por el trabajo que están haciendo. La gente que está en subversión, sus líderes, unos, están en lujos en el exterior, otros asilados en embajadas pidiéndonos salvoconductos para irnos y la pobre gente engañada y mentida en las carreteras”, dijo.
ledz