La fiscalía boliviana retiró los cargos de sedición y conspiración a la ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, condenada a diez años de prisión en junio de 2022 por asumir el poder tras la renuncia de Evo Morales, aunque mantuvo otras acusaciones contra la ex gobernante, entre ellas por terrorismo.
En un documento emitido por la Fiscalía y divulgado el jueves por la prensa boliviana explica que se retiraron esos dos cargos a la ex mandataria debido a que no se lograron acumular los suficientes elementos para sustentar una acusación al respecto. El documento fue confirmado por el abogado Luis Guillen, defensor de Áñez.
"A la ex mandataria se la sigue acusando por complicidad en el caso de terrorismo, es el delito más grave, los demás son delitos accesorios”, dijo el jueves el abogado a The Associated Press.
La ex mandataria, de 56 años, permanece encarcelada desde marzo de 2021.
En 2022 fue condenada a diez años en un juicio ordinario por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución por aquella sesión en el Congreso de noviembre de 2019 en la que como senadora se proclamó presidenta del país tras la renuncia de Evo Morales.
Morales renunció tras un estallido social que dejó 37 muertes en casi un mes de protestas callejeras después de unas elecciones que observadores internacionales tildaron de fraudulenta. Posteriormente, Áñez llamó a elecciones en las cuales el partido de Morales retornó al gobierno con el actual mandatario Luis Arce.
Áñez enfrenta al menos cuatro acusaciones, una de ellas por la muerte de 19 seguidores de Morales durante las protestas del 2019. En octubre pasado, el Ministerio Público boliviano presentó una acusación por genocidio contra la encarcelada ex presidenta, según dijo, por la violenta represión a los manifestantes que provocó las muertes durante la crisis política de ese año.
SNGZ