El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, este domingo ya fue dado de alta después de estar internado cuatro días en un hospital de Sao Paulo debido a una obstrucción intestinal.
"Tuve que someterme a una dieta, hice lo que tenía que hacer. Quería irme desde el primer día, pero no me dejaron. Espero que de aquí a unos diez días pueda estar comiendo un churrasco de costilla", dijo el presidente a periodistas tras salir caminando del hospital privado Vila Nova Star.
El mandatario de 66 años fue internado el miércoles para "tratar un cuadro de suboclusión intestinal" y "continuará con seguimiento ambulatorio", señaló el último boletín del hospital.
A pesar de estar hospitalizado, Bolsonaro siguió al mando del Ejecutivo y muy activo en las redes sociales, publicando fotos y comentando temas políticos, como la investigación contra su gobierno en una comisión del Senado (CPI) por posibles irregularidades en la compra de vacunas anticoronavirus.
"La CPI está todo el tiempo acusándome de corrupto. No compré, no pagué", afirmó el gobernante, en declaraciones a la prensa durante más de media hora y sin lucir mascarilla.
Bolsonaro también defendió a su ex ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, cuya gestión es duramente cuestionada por la comisión investigadora.
"¿Quieren derribar el gobierno? Ya dije que solo Dios me saca de la silla presidencial", expresó Bolsonaro, quien aspira a un segundo mandato en las elecciones de 2022, para las que el expresidente izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva es el favorito.
El mandatario fue internado tras sufrir un dolor abdominal agudo y una crisis de hipo que ya duraba más de diez días.
Debido una puñalada que recibió en el abdomen durante su campaña presidencial en 2018, Bolsonaro pasó por cuatro cirugías que crearon un cuadro en su salud más vulnerable a sufrir adherencias en el intestino.
"Parecía que estaba con el estómago en llamas. La causa era una obstrucción intestinal, porque la adherencia es común en quien ya sufrió una cirugía como yo, después de la puñalada", relató Bolsonaro.
A partir de ahora, el gobernante debe seguir una dieta ligera, procurar masticar bien y hacer ejercicio, según el jefe del equipo médico, el cirujano Antonio Macedo.
"Voy a estar en la presidencia mañana", afirmó el presidente.
El quebranto de salud de Bolsonaro surge en un contexto de erosión de su popularidad y tensiones políticas, con sospechas de corrupción en contratos negociados por su gobierno para adquirir vacunas destinadas a combatir la pandemia de coronavirus, que deja más de 540 mil muertos en Brasil.
LG