Con la ayuda de un chaparrón vespertino, los bomberos combatieron el miércoles un enorme incendio que avanzaba por el desierto de California hacia Nevada y podría amenazar los famosos árboles de Josué de la región.
El incendio de York, iniciado el viernes pasado, era el más grande declarado en California este año. Para el martes por la noche había calcinado más de 323,7 kilómetros cuadrados de terreno, pero creció poco durante el día y estaba contenido en un 23%, según las autoridades.
Un clima húmedo de monzón provocó una lluvia breve pero intensa, especialmente en el flanco sur del fuego, y limitó su expansión al mínimo, según responsables de bomberos.
Sin embargo, los aproximadamente 400 bomberos que luchaban contra las llamas tenían que equilibrar sus esfuerzos con los reparos con alterar el frágil ecosistema de la Reserva Nacional de Mojave, en California.
Los equipos emplearon “mano ligera con la tierra”, despejando terreno y abriendo cortafuegos sin topadoras para reducir el impacto en una zona sensible donde crecen unas 200 especies de plantas poco comunes.
“Si metes un puñado de topadoras aquí, puede que pares el fuego o no, pero dejas una cicatriz en el paisaje que durará generaciones”, explicó Tim Chavez, jefe asistente del Departamento de Protección Forestal y contra Incendios de California.
El incendio comenzó cerca de la región remota del Cañón Caruthers en la amplia reserva, y cruzó la línea con el estado de Nevada el domingo. El humo llegó hasta el valle de Las Vegas, más al este.
El fuego comenzó en un terreno privado dentro de la reserva, aunque la causa seguía bajo investigación.
La reserva alberga un variado paisaje desértico con montañas y cañones, dunas de arena y altiplanos, bosques de árboles de Josué y cráteres volcánicos. Allí viven unas 10 mil tortugas desérticas amenazadas.
Algunas de las plantas del parque podrían tomar siglos para recuperarse de la destrucción. Los pinos piñoneros podrían requerir entre 200 y 300 años para volver a formar bosques, mientras que es improbable que los matorrales de arbusto negro y los árboles de Josué, que sólo crecen en el desierto de Mojave vuelvan a crecer tras este incendio catastrófico, indicó Ileene Anderson, experta del Centro de Diversidad Biológica.