Brasilia duplicará la presencia policial para reforzar de manera permanente la seguridad de las sedes de los poderes públicos invadidos el 8 de enero, informó la gobernación del Distrito Federal este lunes.
Celina Leao, gobernadora interina del Distrito Federal, dijo que pasarán "de inmediato" de 240 a 500 policías militares destacados en los alrededores de la llamada Explanada de los Ministerios y de las sedes de los tres poderes públicos, que fueron vandalizados por adversarios del presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, una semana después de su investidura.
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"Para que podamos tener el máximo de tranquilidad y una seguridad firme", comentó Leao en rueda de prensa junto con el presidente de la Cámara, Arthur Lira, y el viceministro de Justicia, Ricardo Cappelli.
Leao asumió las riendas del despacho luego de que el gobernador Ibanéis Rocha fuese destituido temporalmente mientras se determina por qué falló la seguridad del corazón político de la capital.
La seguridad del Distrito Federal se encuentra bajo control del Ejecutivo federal por decreto presidencial desde el 8 de enero, cuando seguidores radicalizados del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro invadieron y saquearon el Palacio del Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.
El análisis para dar con los que financiaron las manifestaciones
Más de 2 mil personas han sido detenidas por los ataques que el gobierno califica de "actos terroristas", y unas mil 159 continúan detenidas, de acuerdo con el último balance.
Más de 800 detenidos ya pasaron por audiencias preliminares, un proceso que debe terminar este lunes.
Las autoridades concentran las investigaciones también para determinar quién financió y ordenó el asalto, y aprietan el cerco en el entorno de Bolsonaro.
El ex mandatario, en Estados Unidos desde antes de terminar su período, niega conexión con el asalto pero está bajo sospecha de ser uno de los instigadores del ataque.
La policía federal informó que lanzó una operación este lunes en Río de Janeiro para detener a tres sospechosos de financiar y organizar los eventos vandálicos, el bloqueo de carreteras y manifestaciones antidemocráticas frente a instalaciones militares.
Cappelli, designado como interventor para la seguridad de Brasilia por el Ejecutivo, dijo este lunes que las investigaciones buscan determinar si hubo "profesionales" entre los invasores a las sedes de los tres poderes.
"Había hombres en campo con conocimiento del terreno, tácticas de combate y características profesionales entre medio de los manifestantes", dijo el interventor citando a un sargento herido en la revuelta.
Cappelli señaló que 44 policías militares fueron heridos mientras defendían las instalaciones saqueadas, en donde mobiliario y obras de arte invaluables fueron arruinadas e incluso robadas durante la violenta invasión.