El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió a los integrantes del Parlamento que si rechazan hoy su agenda para lleva a cabo el Brexit, a finales de octubre retirará su proyecto y optará por elecciones anticipadas, lo que implica un nuevo aplazamiento de la salida Gran Bretaña de la Unión Europea (UE).
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Johnson intentó obtener la aprobación de los diputados al acuerdo alcanzado hace una semana en Bruselas; sin embargo, los dos intentos de convencer a legisladores británicos fracasaron.
El primer ministro volvió a la carga sometiendo al Parlamento el proyecto de ley que debe traducir este texto a la legislación británica, en un intento de que sea adoptado contrarreloj en sólo tres días.
"Si aprobamos este acuerdo y la legislación que lo posibilita, podemos pasar página y permitir a este Parlamento y a este país empezar a sanar" afirmó Boris Johnson.
En 2016, un 53 por ciento de británicos optó por el Brexit en un referéndum. Consciente de la hostilidad reinante, Johnson lanzó un ultimátum.
"Si el Parlamento se niega a permitir que ocurra el Brexit (...) el proyecto de ley tendrá que ser retirado y tendremos que avanzar a elecciones generales", dijo.
Nueva prórroga
Johnson intenta convocar a elecciones legislativas anticipadas desde que en septiembre perdió la mayoría por la rebelión de 21 diputados conservadores.
Pero para adelantar las elecciones (previstas para 2022), necesita el respaldo de dos tercios de los diputados y la oposición se lo niega hasta estar segura de impedir un caótico Brexit sin acuerdo a finales de mes.
Boris se vio obligado por los legisladores a pedir una nueva prórroga de tres meses a la UE, y es difícil imaginar que frente al riesgo de una dolorosa salida brutal, sus 27 socios europeos se la denieguen.
"Estoy consultando a los líderes de la UE sobre cómo responder a la petición británica de más tiempo. Deberíamos estar listos para cualquier escenario. Pero fui claro con el Primer Ministro: Un Brexit sin acuerdo no será nunca decisión nuestra", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk a través de su cuenta de Twitter.
El primer ministro británico confiaba en que después de renegociar el acuerdo con la UE, reuniría un apoyo mayoritario a su nuevo texto. Pero a medida que se acercaba una votación preliminar del proyecto de ley, prevista para las 18:00 horas, se hacía patente que podía encaminarse a un nuevo fracaso.
"El futuro del país"
Aún si el gobierno ganase esa primera consulta, los diputados debería votar después la agenda de debates elaborada por el gobierno.
El próximo jueves es la fecha límite para aprobar la legislación, cuyas implicaciones para el país son complejas, y que normalmente tardaría semanas en ser examinada.
Pidiendo "no ser tratados por tontos", diputados exigieron a Johnson, antes de votar, conocer en detalle el texto publicado la noche anterior.
"Votar contra la agenda de debates (...) significa que la legislación puede ir a la deriva una y otra vez", advirtió Sylvia Hermon.
Pero incluso si la agenda fuese aceptada, la oposición prevé presentar enmiendas, que podrían incluir desde la convocatoria de un segundo referéndum hasta la exigencia de una unión aduanera con la UE, obligando a Johnson a retirar su proyecto de ley y alargar una vez más.
La decisión se ha prolongado por más de tres años y ahora la salida de Gran Bretaña de la UE, está prevista para el martes 31 y depende de la opinión de los diputados en el Parlamento britránico.
LP