Ecuador enfrenta por tercer día consecutivo ola de violencia provocada por grupos criminales y narcos, que han dejado has ahora 10 muertos y más de un centenar de policías y personal penitenciario retenidos por presos, asimismo, agresiones a periodistas y un varios ataques armados en el país.
Es por eso que, las calles se vieron vacías y comercios permanecieron cerrados aunque militares continúan custodiando las avenidas alrededor de la sede presidencial en el centro de Quito, mientras el norte del parque de La Carolina, el más grande de la ciudad de casi tres millones de habitantes, estaba vacío, sin sus habituales deportistas.
Pocos autos circulan en las avenidas de la capital y Guayaquil (suroeste), donde almacenes y tiendas de barrio permanecen cerrados.
"Hay miedo, uno tiene que estar con precaución, mirando para acá, para allá, si tomo este bus, qué va a pasar", dijo una mujer de 68 años, que no quiso revelar su identidad y que "aterrorizada" salió a trabajar en una oficina del norte de Quito.
La ofensiva de las organizaciones criminales, vinculadas a carteles de México y Colombia, incluyó el martes una inusual y espectacular irrupción registrada en vivo y en directo. Hombres armados con fusiles y granadas tomaron un canal de televisión pública durante el noticiero del mediodía, amenazaron a periodistas y dispararon contra dos trabajadores. No hubo muertos y varios atacantes fueron detenidos.
El ataque en Guayaquil a la sede del canal TC Televisión aumentó el pánico en la población, que abandonó rápidamente las calles para refugiarse en sus casas.
"Conflicto armado interno"
Por su ubicación estratégica, Guayaquil se ha convertido en los últimos años en epicentro del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Ante la nueva ola de violencia, el presidente Daniel Noboa, de 36 años, declaró el martes a Ecuador en "conflicto armado interno", tas haber ordenado el lunes el estado de excepción.
El terror se impuso tras la fuga de Adolfo Macías, alias Fito, jefe de la principal banda criminal del país conocida como Los Choneros, que estaba recluido en una cárcel guayaquileña y fue detectada el domingo.
Cientos de soldados y policías buscan a Fito, mientras rige un estado de excepción en todo el país, incluidas las penitenciarias, y un toque de queda de seis horas, desde las 23H00 locales (04H00 GMT).
El martes escapó de prisión otro jefe criminal, Fabricio Colón Pico, uno de los capos de Los Lobos, acusado de secuestro y de planificar el asesinato de la fiscal general.
Los presos se amotinaron en distintas cárceles y retuvieron a más de cien guardias penitenciarios.
Videos no verificados que circulaban en redes sociales muestran a supuestos rehenes siendo amenazados con cuchillos y la presunta ejecución de al menos dos guardias, uno con disparos y otro ahorcado.
Preocupación internacional
Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, República Dominicana, Estados Unidos, España y la Unión Europea rechazaron la violencia. Francia y Rusia advirtieron a sus ciudadanos que no viajen a Ecuador y Perú declaró bajo estado de emergencia toda su frontera con Ecuador.
Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína, Ecuador fue durante muchos años un país a salvo del narco, pero en los últimos tiempos se ha transformado en un nuevo bastión del tráfico de droga con una veintena de bandas enfrentadas por el control del territorio, pero unidas en su guerra contra el Estado.
El 2023 cerró con más de 7 mil 800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.
Noboa llegó al poder en noviembre como el presidente más joven en la historia de la nación con la promesa de enfrentar con mano dura al narco. Fue elegido por 18 meses para completar el mandato de cuatro años de su predecesor Guillermo Lasso.
Su decreto de "conflicto armado interno" otorgó estatus beligerante a las bandas y le permite al gobierno tomar medidas para enfrentarlas.
Pero las balaceras, secuestros, extorsiones, fugas de presos y motines carcelarios no ceden.
Fito cumplía una pena de 34 años en la prisión Regional de Guayaquil por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
Su figura obesa y de melena revuelta dio la vuelta al mundo tras el asesinato en agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien lo había denunciado días antes por amenazas.
Es la segunda ocasión que el jefe criminal escapa de prisión. En 2013, junto con otros presos, logró evadir los controles de la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, en Guayaquil. Fue recapturado luego de tres meses.
LG