El Congreso de Estados Unidos adoptó ayer de forma definitiva una resolución para limitar la capacidad del presidente Donald Trump de ordenar una acción militar contra Irán, aunque se prevé que el mandatario vetará el texto.
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La resolución presentada por la oposición demócrata fue aprobada a mediados de febrero por el Senado, pese al dominio republicano en la Cámara alta.
La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, la adoptó este miércoles con 227 votos a favor y 186 en contra.
Trump recibirá ahora el texto para su promulgación, pero la Casa Blanca ya comunicó que lo vetará.
Según la resolución, el presidente no puede implicar a militares estadunidenses en “hostilidades contra la República Islámica de Irán” o contra “cualquier parte de su gobierno o sus fuerzas armadas” sin una “autorización explícita” del Congreso.
La medida es una respuesta parlamentaria a las tensiones entre Washington y Teherán, que alcanzaron su paroxismo cuando Estados Unidos mató el 3 de enero al poderoso general iraní Qasem Soleimani en un ataque en territorio iraquí ordenado por Trump.
En un primer momento, los demócratas y algunos republicanos temieron un conflicto militar directo entre los dos países. Pero la tensión se redujo después de que Irán respondiera al ataque lanzando misiles contra bases utilizadas por el ejército estadunidense en Irak sin causar muertos.
El congresista demócrata Steny Hoyer declaró antes de la votación: “Son los representantes del pueblo estadunidense quienes deben decidir” en lugar de Trump “si conviene enviar a nuestros hijos a la guerra”.
“En numerosos países del mundo una sola persona toma ese tipo de decisiones. Son dictadores. Nuestros padres fundadores no quisieron que dictadores gobiernen Estados Unidos”, añadió.
MUEREN ESTADUNIDENSES
Dos estadunidenses —un soldado y un subcontratista— y un militar británico murieron este miércoles en ataques con cohetes contra una base militar en territorio iraquí, en una nueva escalada en la tensión entre Washington y sus aliados, por un lado, y entre Irán y sus combatientes, por el otro.
Después de este ataque, el más mortífero en años contra una base con soldados estadunidenses, hubo bombardeos aéreos contra posiciones de combatientes iraníes en la frontera entre Irak y Siria, informó el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
Estos ataques aéreos mataron a por lo menos 18 paramilitares iraquíes, aseguró.
Es el vigésimo segundo ataque desde finales de octubre contra intereses estadunidenses en Irak.
Hasta esta madrugada no había sido reivindicado, pero Washington, que lidera la coalición internacional antiyihadista en Irak, suele atribuir este tipo de acciones a las facciones iraquíes pro-Irán.
Los dos soldados, uno estadunidense y otro británico, y el subcontratista murieron el miércoles por la noche en la base iraquí de Taji, en el norte de Bagdad.
El Pentágono confirmó la muerte de tres miembros de la coalición, incluidos dos estadunidenses. Otras 12 personas resultaron heridas en el ataque, que está siendo investigado, informó.