Cárcel de Singapur ejecuta a preso por traficar un kilo de marihuana

Singapur tiene una de las leyes antidrogas más draconianas del mundo, y contempla la pena de muerte para un mínimo de 500 gramos de tráfico de marihuana.

Familia de Tangaraju Suppiah (EFE)
Singapur /

Tangaraju Suppiah, fue ahorcado este miércoles en la ciudad-Estado asiática después de permanecer preso por el tráfico de un kilogramo de marihuana desde hace seis años.

El hombre de 46 años fue ejecutado mediante la horca, el método empleado por Singapur, alrededor de las 6:00 horas locales en la prisión isleña de Changi.

Kokila Annamalai, vocera de la oenegé Transformative Justice Collective que ha abogado por la derogación de la pena de muerte, confirmó la ejecución del preso.

El caso de Tangaraju ha acaparado la atención no solo por ser un delito de tentativa de tráfico de marihuana, cuyo uso medicinal se legaliza en cada vez más países, entre ellos Tailandia, sino también por las supuestas irregularidades del proceso, denunciadas por sus familiares y oenegés.

"Mi tío es un hombre muy bueno. No tenía educación ni dinero, pero siempre trabajó duro para cuidarnos. Ahorcarle es asesinar a un hombre inocente", dijo la sobrina de Tangaraju en un vídeo.

Él y sus abogados afirmaban que nunca vio o tocó las drogas y que fue involucrado por terceros por unos intercambios por teléfono cuyo contenido tampoco se presentó en el juicio.

Consumidor de marihuana desde la adolescencia, "Appu", como le llamaban sus allegados, creció en el seno de una familia humilde y pasó su juventud entrando y saliendo de centros de menores y de la cárcel.

Fue a raíz de una detención por no presentarse a la policía para un control de drogas mientras estaba en libertad condicional cuando le implicaron en este caso.

Pese a las "débiles pruebas", según denuncian sus familiares, la sentencia a muerte en 2017 fue refrendada por otra corte a finales de 2022, tras la última apelación posible.

Singapur tiene una de las leyes antidrogas más draconianas del mundo, y contempla la pena de muerte para un mínimo de 500 gramos de tráfico de marihuana, defendiéndola como "componente esencial" de su sistema judicial y garantía para frenar el consumo, lo que cuestionan las oenegés.


aag

  • Agencia EFE
  • Agencia de noticias con 84 años de trayectoria

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