Fuentes confidenciales de la DEA (Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés) se hicieron pasar por integrantes de la facción del cártel de Sinaloa al servicio de Rafael Caro Quintero para engañar a traficantes liderados por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Así lo relata la acusación S2 11 Cr. 205 (AKH) por narcotráfico en contra de Maduro, que también incluye a otros funcionarios o ex funcionarios del régimen, como Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional Constituyente), Hugo Carvajal (ex director de la inteligencia militar venezolana) y Clíver Alcalá (ex general chavista).
Incluye igualmente a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luciano Marín, alías Iván Márquez; y Seuxis Hernández Solarte, alías Jesús Santrich, que de acuerdo con el Departamento de Justicia estadunidense están incrustados en el cártel de Los Soles, el cual presuntamente encabeza el propio Maduro.
La misión de infiltración de la DEA comenzó entre 2016 y 2017, justamente cuando en Colombia las FARC sostenían diálogos que los llevarían a la desmovilización y posterior constitución como partido político.
“A partir de 2017, aproximadamente, después de pretender negociar acuerdos de paz con el gobierno colombiano en nombre de las FARC en o alrededor de 2016, HERNANDEZ SOLARTE acordó proporcionar una cantidad de varias toneladas de cocaína a fuentes confidenciales de la DEA para que las drogas pudieran importarse a los Estados Unidos. Las fuentes pretendían trabajar para Rafael Caro Quintero, un narcotraficante mexicano que participó en la tortura y asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique Kiki’Camarena”, explica el documento al que MILENIO tuvo acceso.
De acuerdo con la grabación del encuentro entre el traficante colombiano y las fuentes al servicio de la DEA retomada en la acusación en contra de Maduro se detalla que Hernández Solarte “se refirió al asesinato de Camarena al describir a Caro Quintero como la persona que había matado al ‘hijo de puta de la DEA’”.
En junio de 2018 las autoridades colombianas arrestaron provisionalmente a Hernández Solarte luego de recibir una solicitud de la Oficina del Fiscal del Distrito Sur de Nueva York, con base en un cargo de conspiración de importación de cocaína relacionado con el acuerdo que el otrora guerrillero sostuviera con las fuentes confidenciales de la DEA.
Sin embargo, el ex comandante conocido por siempre portar gafas de sol obscuras a causa de su ceguera ocasionada por el síndrome de Leber, posteriormente fue liberado y actualmente está prófugo a partir de la presentación de dicha acusación.
La protección de Maduro a Hernández Solarte
Un año después de que las autoridades estaduunidenses presentaron una acusación formal contra Hernández Solarte por narcotráfico de cocaína entre 2017 y 2018, la suerte del afamado negociador de las FARC comenzaba a cambiar.
Para julio de 2019, el presidente de Venezuela ofreció cobijo y protección al narcotraficante con el que supuestamente tiene tratos para producir y distribuir cocaína sembrada en los límites entre Colombia y su país.
“Alrededor de julio de 2019, MADURO MOROS y CABELLO RONDON asistieron a una conferencia de prensa grabada en video en la que MADURO MOROS anunció que las FARC, y en particular MARIN ARANGO y HERNANDEZ SOLARTE, son bienvenidos en Venezuela”, detalla el fiscal Geoffrey Berman.
Un mes después, en agosto de 2019, el líder de las FARC, Iván Márquez, grabó un video junto a Hernández Solarte en donde declaró que el grupo guerrillero “estaba comenzando una ‘nueva fase’ de su ‘lucha armada’". El ahora coacusado de narcotráfico con el presidente Maduro caracterizó dicha "lucha" como una "continuación de la lucha rebelde".
RLO