Por casos de abuso, Policía catea Episcopado de Chile

El gobierno de Chile también solicitó al Vaticano los documentos sobre los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

La policía allanó la sede del Episcopado de Chile por los casos de abuso sexual. (AP)
Agencias
Santiago /

La policía allanó el edificio de la Conferencia Episcopal de Chile en el marco de una investigación sobre violaciones y abusos sexuales cometidos por miembros de la Congregación Marista, informó el fiscal Raúl Guzmán. 

Guzmán y personal de la policía de investigaciones llegaron con una orden judicial a la sede ubicada en pleno centro de la capital chilena. 

El fiscal investiga más de 35 denuncias de personas que afirman que mientras estudiaban en colegios maristas y eran menores de edad fueron abusadas reiteradamente. 

“Estamos recabando y complementando antecedentes que ya habíamos recibido para la identificación de víctimas que han formulado denuncias por abusos de distinto tipo, particularmente de carácter sexual”, explicó a la prensa el fiscal Guzmán. 

Tras el allanamiento Guzmán y la policía se trasladaron hasta la sede central de los maristas, donde se encuentran varios de los religiosos incriminados, y de allí también retiraron información, informó el defensor de los religiosos Alejandro Peña. 

Ex alumnos afirmaron que fueron abusados no solo por los religiosos sino también por sacerdotes capuchinos y el ex vicario de la Solidaridad Cristián Precht, quien en noviembre terminó un castigo de cinco años sin oficiar misa por comportamientos abusivos contra adultos y menores. 

Los datos que comprometen a Precht fueron enviados al Vaticano a comienzos de agosto para que se le inicie una nueva investigación canónica, informó la Iglesia. 

Los maristas no son sacerdotes, por lo que invitaban curas a sus colegios a oficiar misa y tomar confesiones. 

El caso de los presuntos abusos cometidos por los maristas estalló en agosto del año pasado cuando la congregación denunció a uno de sus religiosos, Abel Pérez, quien siete años antes había confesado a sus autoridades que había abusado y violado a 14 menores de edad entre 1970 y 2008. 

La Iglesia católica chilena está en el ojo de la tormenta desde comienzos de año cuando la visita del papa Francisco a Chile congregó a pocos feligreses luego de que el pontífice defendiera férreamente al obispo Juan Barros, sindicado como encubridor de abusos sexuales, y calificara a sus acusadores de mentirosos. 

Fueron tantas las críticas que recibió que mandó a un par de emisarios a investigar la situación que concluyeron, en palabras del Papa, que la Iglesia chilena vivía desde hace décadas en “una cultura de abuso y encubrimiento”. 

Tras las críticas de Francisco todos los obispos chilenos renunciaron a mediados de mayo, aunque hasta ahora sólo se han aceptado cinco dimisiones. Algunos sacerdotes y especialistas en temas religiosos opinan que el pontífice no tiene candidatos para reemplazar a todos los obispos que quisiera. 

El gobierno chileno también concretó una solicitud de documentos canónicos al Vaticano sobre casos de delitos sexuales. 

"La nota de la cancillería explicitó que la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Fiscalía Nacional es para todos los efectos el punto oficial de contacto para las coordinaciones que sean necesarias en adelante", dijo la Fiscalía en un comunicado. 

Tras el allanamiento del Tribunal Eclesiástico de Santiago el fiscal Emiliano Arias señaló que se pudieron constatar cinco abusos de Muñoz y citó a declarar al arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, un hecho inédito en la iglesia local.

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