Cientos de fieles católicos se reunieron para rezar y cantar afuera de la catedral de Notre-Dame, en París, el Viernes Santo, tres años después de que su famoso techo fuera destruido por un grave incendio.
Notre-Dame ha estado cerrada para su restauración desde que el incendio de 2019 destruyó su tejado y derribó una de sus torres de aguja, ante el horror de la nación y de los turistas.
Unos pocos cientos de personas se reunieron el viernes en la Isla de la Cite, en medio del Río Sena, para escuchar un sermón bajo la sombra de una grúa y un andamio que cubre la iglesia del siglo XII desde el incendio.
"Creemos que tú estás aquí con nosotros, a nuestro lado, para devolvernos la paz en el corazón de la tormenta", dijo el rector de la catedral, Patrick Chauvet, en la plaza del famoso monumento.
Chauvet dirigió el servicio junto con el arzobispo Georges Pontier, que lidera temporalmente la arquidiócesis de París tras la dimisión de Michel Aupetit a finales del 2020.
El presidente Emmanuel Macron se ha comprometido a reabrir la iglesia a los fieles para 2024, cuando París acoja los Juegos Olímpicos.
Macron hizo una breve pausa en su campaña presidencial para visitar el lugar de la restauración, mientras que está previsto que se celebre otra mesa en la plaza de la catedral el domingo de Pascua.
Durante su visita, Macrón agradeció a los equipos movilizados para reconstruir la catedral a tres años del siniestro.
"Hace tres años, Notre-Dame de Paris estaba en llamas. Hoy, el avance de la obra es extraordinario. A los equipos movilizados para reconstruir nuestra catedral, un enorme agradecimiento", escribió en Twitter.
JLMR