Miles de familias buscan escapar de la violencia y pobreza de Guatemala, El Salvador, otros países de Centroamérica y, por supuesto, también de México.
Van en busca de una mejor vida en Estados Unidos, muchos llevan a sus hijos consigo. Si tienen suerte, logran cruzar la vigilada frontera mexicana y estadunidense, y llegan a un lugar seguro.
En muchos casos, son capturados por agentes de la Patrulla Fronteriza y, en los últimos meses, padres e hijos son separados: los adultos son arrestados y permanecen encerrados esperando un juicio por entrar ilegalmente al país, mientras que los pequeños son enviados a centros de detención de Aduanas y Protección Fronteriza.
En los últimos meses, más de 2 mil niños han sido separados de sus padres y tutores y la cifra crece día con día.
Organizaciones de derechos humanos en Estados Unidos, legisladores demócratas y medios de comunicación han revelado cómo son los centros de detención donde permanecen los niños y menores de edad que fueron separados de sus padres.
Muchos pequeños son separados de sus padres y enviados a jaulas, donde hay colchonetas y se cubren con mantas térmicas. Además, son vigilados por un agente estadunidense.
La organización periodística ProPublica reveló unos audios en los que se puede escuchar el llanto de los pequeños en un centro de detención de Texas quienes claman por sus padres.
Entre abril y mayo de este año, mil 995 fueron separados de sus padres. La cifra en las últimas semanas ha aumentado.
ALEC