El gobierno venezolano de Nicolás Maduro repudió ayer las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra el diputado Luis Parra, a quien el oficialismo y un pequeño grupo de disidentes de la oposición eligieron y reconocen como presidente del Parlamento.
El Departamento del Tesoro estadunidense sancionó a Parra y a otros seis venezolanos a los que acusan de liderar “un intento fallido de tomar ilegítimamente el control del Legislativo venezolano y por tratar de evitar la reelección del líder opositor Juan Guaidó como presidente de este órgano”.
En un comunicado, la cancillería venezolana “rechaza esta nueva agresión estadunidense” que busca “interferir y socavar el buen funcionamiento de las instituciones democráticas del país”.
A juicio del chavismo, se trata de “medidas arbitrarias en contra del presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), Luis Parra”.
El chavismo gobernante recordó que las decisiones del Parlamento venezolano (de contundente mayoría opositora y al que no reconocían hasta que Parra juró como presidente) “son soberanas y autónomas con respecto a los demás poderes públicos del Estado”.
Como consecuencia de la medida del Tesoro de EU, quedan congelados los activos que tengan en ese país Parra y los otros diputados disidentes de la oposición que lo apoyaron: José Noriega, Franklyn Duarte, José Brito, Conrado Pérez, Adolfo Superlano y Negal Morales.
A todos ellos se les prohíbe hacer transacciones financieras con ciudadanos estadunidenses.
Guaidó, a quien más de 50 países incluido EU reconocen como presidente interino de Venezuela, no pudo ingresar el 5 de enero a la sesión legislativa donde aspiraba a ser reelegido presidente por impedimento de la fuerza pública.
Más tarde, convocó una reunión paralela de la AN en la que 100 de los 167 diputados votaron por él como presidente de la cámara.