Esta tarde, la Convención Constituyente de Chile (encargada de escribir la nueva Constitución del país) celebró su primer mes de funcionamiento con una ceremonia indígena, en la cual participaron la mayoría de los 155 constituyentes y fue realizada en el patio del antiguo edificio del Congreso en Santiago
En la ceremonia, los constituyente se tomaron de la mano en un gran círculo y realizaron la liturgia de la Pawa, habitual de los pueblos originarios del norte del país (aymara, quechua, diaguita y colla) para agradecer a la Pachamama o Madre Tierra el regreso del sol a medida que termina el invierno austral.
La constituyente Elsa Labraña indicó su alegría por haber podido realizar dicha ceremonia en armonía con el resto de constituyentes.
"Tenemos que entender que lo que estamos haciendo en este momento va a tener repercusión en un futuro que quizás nosotros no vamos a ver", señaló Labraña.
La Convención Constituyente está compuesta por 155 ciudadanos elegidos de forma paritaria y con 17 escaños reservados a pueblos originarios.
La Convención tuvo un comienzo con polémica, debido a las protestas sociales ocurridas en la calle durante su instalación, la imposibilidad técnica de iniciar su trabajo y disparidad de criterios entre constituyentes de diferentes posturas políticas o sociales.
Labraña explicó que el primer mes sirvió para crear diversas comisiones y reglamentos que generen "un plan" de trabajo. "Creo que muy pronto vamos a llevar adelante este trabajo de forma más liviana, fluida y sin violencia", agregó.
Entre el humo de la ceremonia y una comunión en la Convención que pocas veces se había visto durante las semanas anteriores, el constituyente independiente Benito Baranda dijo que comienza a notarse que el trabajo va "de menos a más" y la "tensión va bajando".
"Hay insatisfacciones, dolores y humillaciones que se han puesto en común y que hemos tenido que ir trabajando no sólo dentro del hemiciclo y en las reuniones sino también en los vínculos humanos entre nosotros", afirmó en relación a la diversidad de criterios, pensamientos políticos, orígenes y realidades de los 155 constituyentes.
La ceremonia reveló que las diferencias iniciales entre ellos se han ido tranquilizando y, una vez se establezcan las reglas y mecanismos de funcionamiento de la Convención comenzarán "a discutir los problemas más graves de Chile".
"Vamos a llegar a muy buenos acuerdos", finalizó Benito Baranda.
La convención está encargada de redactar la nueva Constitución de Chile para reemplazar la actual, la cual fue heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y señalada durante las protestas sociales como el origen de la desigualdad en el país.
KT