Miles de personas volvieron a salir este lunes a las calles para celebrar el primer mes del estallido social más grave de la democracia chilena y mostrar su desconfianza tanto con la agenda social anunciada por el gobierno como con el acuerdo parlamentario sobre una nueva Constitución.
La Plaza Italia, la zona cero de las revueltas y renombrada por los manifestantes como “Plaza Dignidad”, volvió a ser epicentro de una gran concentración que transcurrió en general de manera pacífica, aunque se dieron algunos incidentes aislados entre jóvenes y fuerzas de seguridad.
Lo que empezó siendo un llamado de los universitarios chilenos a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa se convirtió en una revuelta social sin parangón en las últimas tres décadas, que carece de líderes identificados y que clama por un modelo económico más justo.
“En las últimas cuatro semanas, Chile cambió; los chilenos cambiaron, el gobierno cambió; todos hemos cambiado. El pacto social bajo el cual habíamos vivido se resquebrajó”, dijo el domingo el presidente, el conservador Sebastián Piñera, quien al inicio de la crisis anunció una serie de medidas sociales que avanzan a trompicones en el Congreso.
El mandatario alabó también el acuerdo al que llegaron el viernes las fuerzas legislativas para convocar un plebiscito en abril de 2020 y preguntarle a la ciudadanía si quiere una nueva Constitución y que órgano debería redactarla, al tiempo que reconoció por primera vez que ha habido abusos y un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y el ejército, lo que se comprometió a sancionar.
El estallido social ha dejado al menos 23 muertos –cinco de ellos presuntamente a manos de agentes– y 2,381 heridos hospitalizados, de los cuales 222 tienen graves lesiones oculares, según el último informe del estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
La policía chilena (carabineros) indicó por su parte este lunes que se han registrado más de 15 mil detenciones desde el 18 de octubre, de las cuales cuatro mil corresponden a saqueos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un ente de la Organización de Estados Americanos (OEA), comenzó este lunes una visita de varios días al país para investigar centenares de denuncias por abusos, torturas, violencia sexual y homicidios por parte de las fuerzas de seguridad.
La CIDH se une así a otros organismos que también se encuentran in situ como Human Right Watch (HRW) y las Naciones Unidas.
En apenas un mes de estallido social, Piñera ha visto naufragar sus planes de crecimiento económico que lo ayudó a ganar un segundo mandato, así como su idea de reformas constitucionales, que no incluía un proceso para una nueva Carta Magna que sustituya a la de los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
85% rechazo popular que alcanzó Sebastián Piñera a cuatro semanas de las masivas protestas, según una encuesta de Pulso Ciudadano.
81.1% Afirma que apoyará, vía referendo, una nueva Constitución que sustituya a la actual, heredada del régimen pinochetista.