Chile recordó hoy los 48 años del golpe militar que derrocó al presidente socialista Salvador Allende en medio de algunos incidentes violentos. En las inmediaciones del palacio presidencial de La Moneda, algunos manifestantes quemaron un paradero de autobuses buses, mientras otros lanzaron fuegos artificiales y bengalas contra la policía.
Los incidentes se trasladaron después a la entrada del Cementerio General de la capital chilena, donde los manifestantes instalaron una barricada, mientras la policía chilena usaba carros lanza aguas y gases lacrimógenos para dispersarlos.
Antes de eso, familiares de detenidos desaparecidos y otros grupos pasaron por la puerta de Morandé de La Moneda, la que solía usar el expresidente Salvador Allende en su tiempo, para dejar claveles, velas y rendir homenaje a su figura, aún muy presente entre un sector de la sociedad chilena.
“¡No nos han vencido!”, “Verdad, Justicia, Reparación y Memoria”, “Allende Vive”, “A 48 años la memoria sigue viva, ni perdón ni olvido”, son algunos de los carteles que la gente portaba en las manifestaciones. Entre los asistentes estuvo la nieta menor del expresidente, Maya Fernández, diputada socialista.
Las principales arterias del centro de Santiago permanecían cortadas al tráfico. Diversos actos culturales se producían también en el país, incluido uno en el Museo de la Memoria donde se rememora en tiempo real la narración de los hechos que se produjo en ese 11 de septiembre de 1973 que acabó con el bombardeo a La Moneda e inició uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente del país.
KGE