Estudiantes y trabajadores protagonizaron este miércoles nuevas manifestaciones en Santiago de Chile durante el segundo aniversario del gobierno del derechista Sebastián Piñera. Las movilizaciones también coinciden con el 30 aniversario del fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
En 1973, Pinochet derrocó al presidente electo, el socialista Salvador Allende, con un golpe de Estado. Durante 17 años, alrededor de 3 mil personas murieron o desaparecieron y muchas más fueron torturadas de acuerdo a la comisión de verdad del gobierno. La dictadura terminó en 1990.
Las protestas del miércoles se realizaron en varios puntos de la capital del país, las cuales resultaron en enfrentamientos con la policía.
La policía "nos lanza gas apenas nos acercamos (a la plaza). No quieren que la gente se reúna y proteste. Hay que mantener viva la protesta", dijo a Reuters Gabriela Sotomayor, una estudiante que junto con sus compañeros intentaba llegar a la Plaza Italia, bastión de manifestaciones en Santiago.
En una céntrica zona comercial de Santiago, los cuerpos policiacos lanzaban agua y gas lacrimógeno a manifestantes en una protesta que inició a primera hora en un emblemático colegio.
Critican discurso de Piñera
El presidente Piñera se dirigió a la población desde el palacio presidencial de La Moneda, con un discurso en el que recordó el fin del régimen de Pinochet. Remarcó la importancia de condenar la violencia y “cuidar nuestra democracia”.
Líderes de la oposición reaccionaron a la ceremonia del derechista con crítica, puesto que la Policía chilena ya ha sido señalada por organismos de derechos humanos, quienes la denuncian de tortura, uso de fuerza innecesaria y agresión sexual durante meses de protestas desde octubre de 2019.
Desde finales del año pasado, Chile atraviesa una crisis social y política, que ya ha resultado en al menos 30 muertes y más heridos.
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Piñera también aseguró que en los dos años que le quedan de mandato pondrá énfasis en superar la crisis social, y atender el descuido de adultos mayores y niños vulnerables, las carencias de la clase media, la lucha contra los abusos y los privilegios y tratar de cerrar la brecha entre la ciudadanía y la política.
Algunos de estos puntos coinciden con las reformas que desde el pasado 18 de octubre reclaman multitud de personas en masivas concentraciones por todo el país, especialmente en Santiago, y que no han cesado desde entonces pese a las medidas sociales anunciadas por el Gobierno y al plebiscito sobre una nueva Constitución que tendrá lugar el próximo 26 de abril.
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