Científicos de la universidad de Copenhague descubrieron una muestra de lo que podría ser un chicle de hace 6 mil años de antigüedad con el que pudieron reconstruir a una de las primeras personas en consumir este tipo de alimento.
Según los científicos, este "chicle", obtenido a partir de calentar la corteza de abedul, se ha usado como adhesivo desde el Pleistoceno Medio; es decir, entre hace 760 mil y 126 mil años.
Asimismo, se hallaron marcas de dientes en los pequeños trozos encontrados en los trabajos arqueológicos lo que sugiere que eran masticados.
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Tras secuenciar el ADN hallado en este material, los científicos determinaron que el individuo que lo masticó era una mujer, probablemente de ojos azules y con un tono de piel y cabello oscuros a quien han llamado Lola.
La Universidad de Copenhague adjudicó estas características a una comunidad cercana a los cazadores recolectores de la Europa continental que a los que habitaban en Escandinavia en aquella época, según la investigación publicada en 2019 por la revista Nature.
"Nos puede ayudar a entender cómo los patógenos han evolucionado y se han extendido en el tiempo, y qué les hace particularmente virulentos en un entorno dado. A la vez, nos podría ayudar a predecir cómo se comportará el patógeno en el futuro y cómo podría ser contenido o erradicado", señaló Schoereder.
Según Schoereder, este material es una "fuente valiosa" e inexplorada de información sobre la composición genética nuestros ancestros, "especialmente en un periodo del que no se tienen restos humanos".
aag