El Museo del Louvre, uno de los recintos culturales más emblemáticos y visitados del mundo, permaneció cerrado este lunes por la mañana luego de que sus trabajadores votaran de manera unánime mantener una huelga en protesta por las condiciones laborales y el estado de las instalaciones.
La decisión representó un duro golpe para miles de turistas que tenían programada su visita al icónico museo parisino, hogar de obras como La Gioconda.
La votación se llevó a cabo durante una asamblea general en la que participaron alrededor de 400 empleados, una cifra calificada por los propios sindicatos como “histórica”.
Los representantes sindicales aseguraron que, pese a algunos compromisos anunciados por el gobierno francés, no existen todavía garantías suficientes para mejorar de fondo la situación del personal ni la atención al público.
Frente a la pirámide de cristal del Louvre, el representante del sindicato CGT, Christian Galani, advirtió que en las condiciones actuales es inviable reabrir el museo. Aunque la administración del recinto analiza la posibilidad de una apertura parcial con el personal que no se sumó al paro, los sindicatos consideran que esa opción es prácticamente imposible.
La huelga surge tras semanas de tensión entre los trabajadores y la dirección del museo, encabezada por Laurence des Cars, a quien acusan de priorizar grandes eventos y proyectos de renovación por encima del mantenimiento estructural del edificio y el bienestar del personal.
Aunque la ministra de Cultura, Rachida Dati, prometió frenar recortes presupuestales, los sindicatos exigen que los recursos se destinen directamente a mejorar las condiciones laborales y de seguridad.
El cierre tomó por sorpresa a cientos de visitantes de distintas partes del mundo. Muchos de ellos, con boletos comprados con anticipación, se encontraron con las puertas cerradas y un aviso que informaba que la apertura estaba “pospuesta hasta nuevo aviso”. Para varios turistas, el Louvre era el principal motivo de su viaje a París, especialmente para conocer de cerca la famosa Mona Lisa.
El conflicto también se da en un contexto complicado para el museo, que recientemente ha enfrentado críticas por problemas de seguridad, deterioro del edificio y saturación de visitantes.
En 2024, el Louvre recibió cerca de nueve millones de personas, una cifra récord que, según los trabajadores, no ha ido acompañada de un aumento proporcional en personal ni recursos.
Por ahora, el futuro de la reapertura sigue siendo incierto y dependerá de que las autoridades y la dirección del museo ofrezcan compromisos claros que atiendan las demandas del personal. Mientras tanto, el museo más famoso del mundo permanece en silencio.
Con información de agencias / JCM