La empresa Western Union cerró hoy sus 407 oficinas en Cuba, abiertas desde hace 20 años para tramitar remesas desde la Estados Unidos, en respuesta a otra sanción del gobierno de Donald Trump contra la isla caribeña.
Por esa vía los cubanos que radican fuera del país, siendo la mayoría en Estados Unidos, hacían llegar anualmente a sus familias unos tres mil 700 millones de dólares (sobre los 74 mil pesos).
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“¿Qué quiere que haga?, no me quedará más remedio que acudir a las mulas”, dijo a MILENIO en La Habana Hortensia Ramírez, jubilada de 70 años, quien el domingo pasado recibió el último envío de su hija residente en Nueva York.
“A mí la política no me interesa, pero esto me parece un atropello”, agregó Ramírez, sintetizando un criterio generalizado tanto en la isla como en Estados Unidos, a juzgar por las reacciones a la nueva prohibición.
Western Union tenía como intermediaria en Cuba a la Financiera Cimex, S.A. (Fincimex), incorporada por Washington a una lista de empresas estatales con las cuales las entidades estadunidenses no pueden hacer operaciones de tipo alguno.
Al justificar la sanción, Estados Unidos dijo el 23 de octubre pasado que Fincimex pertenece a las fuerzas armadas cubanas y que su sanción busca “limitar el ingreso de dólares a las arcas del régimen”.
Ante la reacción de rechazo que generó la medida, Washington dio 30 días al gobierno cubano para buscar una solución alternativa y responsabilizó a La Habana con la suspensión de los envíos.
“Veinte años de equipamiento, preparación profesional y completamiento de la infraestructura de comunicaciones para lograr una red de pago capaz de sostener el alto nivel operacional de las compañías remesadoras internacionales, no es algo que se resuelva con un chasquido de dedos”, replicó hoy el oficial diario Granma.
El portavoz del gobernante Partido Comunista enfatizó además “que es un derecho constitucional de nuestro pueblo tener relaciones económicas, diplomáticas y políticas con cualquier otro Estado sin ser jamás negociadas bajo agresión, amenaza o coerción”.
El cierre de Western Union sigue a otra decisión de la administración de Donald Trump, quien redujo el envío de remesas a mil dólares por personas cada tres meses.
Durante su segundo mandato presidencial, Barack Obama eliminó las restricciones vigentes entonces al envío de las remesas, como parte de su política de “deshielo” con Cuba.
“Mire, mi hija votó por Donald Trump, pero yo le ruego a Dios porque ese diablo se vaya; óigame, esto no hay quien lo soporte”, comentó Hortensia Ramírez al evaluar la situación interna.
Con la ayuda de su hija Ivón, técnica de Salud en Nueva York, Ramírez abrió en su casa una pequeña peluquería, ahora medio en crisis por las restricciones de movimiento que padeció la isla durante ocho meses a causa del coronavirus y debido a la falta de insumos que le llegaban desde el país norteño.
OMZI