Cinco años de altibajos de la mariguana legal en Colorado

LA ALDEA

La primera tienda abrió el 1 de enero de 2014 y desde entonces las ventas han sido de 6 mil millones de dólares.

Los adultos que la consumen a diario pasaron de 6 por ciento a 7.6 por ciento. (Octavio Hoyos)
Francisco Miraval
Denver /

La mariguana para uso recreativo cumple cinco años de legalidad en el estado de Colorado convertida en una lucrativa industria y en una importante fuente de ingresos fiscales, pero todavía es cuestionada por algunos por razones morales y de salud.

En 2012, mediante una enmienda constitucional, Colorado fue la primera entidad federativa de Estados Unidos –hoy son diez– en legalizar el uso y la venta de mariguana recreativa.

La primera tienda abrió el 1 de enero de 2014 y desde entonces se ha vendido cannabis recreativa por unos seis mil millones de dólares, de los cuales 1,500 millones correspondieron a 2017.

Esa cifra será probablemente superada en 2018, según el Departamento de Impuestos de Colorado, que recauda al año más de 200 millones de dólares por las ventas de mariguana recreativa.

Según Kristi Kelly, directora ejecutiva del Grupo de la Industria de la Mariguana (MIG, por sus siglas en inglés), gracias a la cooperación de la industria con las autoridades estatales, las fuerzas del orden y la comunidad, “las cosas han funcionado bien” en estos cinco años.

La mariguana recreativa en Colorado está sujeta a “un sistema altamente regulado, con requisitos de verificación, empaquetado y etiquetado, así como reglas de seguridad”, señala Kelly, quien, no obstante, reconoce la “espina” de “un pequeño grupo” que sigue cultivando, vendiendo o distribuyendo al margen de la ley.

“La mariguana sigue siendo ilegal a nivel federal y por buenos motivos, porque lleva a la violencia, el crimen y la inmoralidad”, afirma, por su parte, Fidel Montoya, ex jefe de seguridad pública de Denver y dirigente del movimiento contra la legalización.

A juicio de Montoya, “la mariguana recreativa, traída por la seducción de los todopoderosos dólares, ha disminuido nuestra calidad de vida”.

Sin embargo, el Departamento de Seguridad Pública de Colorado informó en octubre pasado de que los arrestos relacionados con la planta se redujeron en 52 por ciento entre 2012 y 2017.

También hubo 33 por ciento menos de accidentes de tránsito causados por personas que tenían el nivel de THC, el principio activo de la mariguana, por encima del límite legal.

Y eso que, como era de esperar, el uso de la mariguana recreativa creció entre los adultos en estos cinco años.

Los que consumen esa sustancia una vez al mes pasaron de ser 13.6 por ciento del total, antes de la legalización, al 15.5 por ciento en la actualidad, mientras que los adultos que la consumen a diario pasaron de 6 por ciento a 7.6 por ciento.

No ha ocurrido lo mismo con los adolescentes, según la Encuesta de Salud de Niños de Colorado (HKCS, por sus siglas en inglés), que encontró que la legalización de la mariguana no provocó un aumento del acceso a esa sustancia entre menores y que, de hecho, se redujo el porcentaje de menores de 13 años que la consumen de 9.2 por ciento en 2015 a 6.5 por ciento en 2017.

Montoya no cree en esas cifras y argumenta que el uso de la cannabis “lleva a otras drogas, como cocaína o metanfetamina”.

“Los educadores me han informado que la mariguana recreativa ha causado un aumento de ausencia de estudiantes, deserción escolar y visitas a salas de emergencia”, asegura Montoya.

Hoy por hoy, sin embargo, el mayor desafío para la industria y para las autoridades es el cultivo ilegal y el mercado negro, consistente sobre todo en enviar mariguana a estados donde no es legal.

Según el Departamento de Seguridad Pública de Colorado, los cultivos ilegales de mariguana en tierras fiscales crecieron 73 por ciento a partir de 2012, los casos de crimen organizado para esos cultivos pasaron de 31 hace seis años a 119 en 2017 y las operaciones de incautación de mariguana ilegal pasaron de 286 hace seis años a 608 el año pasado.

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