El tercer ciclo de diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) comenzó hoy en una zona al oeste de La Habana con la esperanza de alcanzar “un alto al fuego bilateral”, dijeron por separado los negociadores de las dos partes.
“Estamos dispuestos a parir una nueva historia y aspiramos a salir de La Habana” con acuerdos que garanticen “la participación de la sociedad colombiana en estas pláticas y un cese del fuego”, afirmó en la apertura de la reunión la representante del presidente colombiano Gustavo Petro, la senadora María José Pizarro Rodríguez.
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Agregó que “nuestro gobierno esta comprometido con hacer realidad el cambio” para acabar con la espiral de violencia que sacude al país sudamericano” y afirmó que hasta el anterior ciclo de diálogo en México, “hemos logrado los mayores avances en 10 años de conversaciones con el ELN, pese a algunos momentos de ruptura”.
Los pronunciamientos de Pizarro Rodríguez se registraron en la apertura protocolar de las pláticas y después de la foto oficial las partes se retiraron a iniciar las negociaciones a puertas cerradas.
La delegación del ELN la encabeza el comandante Pablo Beltrán, quien pareció estar en sintonía con la delegada del gobierno al afirmar también la intención de esa guerrilla de lograr un alto al fuego en las conversaciones en la capital cubana e instrumentar la participación de la sociedad civil en ese diálogo.
“Es la hora de la participación de la sociedad colombiana en estas conversaciones, (ese sector) no puede seguir siendo simple espectador: estamos comprometidos en que en este ciclo las partes nos entendamos para llegar a un cese del fuego y la participación de la sociedad”, dijo Beltrán.
A la apertura de este tercer ciclo, sin fecha anunciada de terminación, acudieron representantes de los países garantes, México entre ellos, así como de la Conferencia Episcopal de Colombia y un enviado especial de António Guterres, secretario general de la ONU.
Estas conversaciones comenzaron durante el mandato final del presidente colombiano Juan Manuel Santos, fueron interrumpidas por el mandatario Iván Duque y tras cuatro años de inactividad, se reanudaron en Venezuela en 2022 tras la llegada al poder de Petro y posteriormente continuaron en México.
“Discreción e imparcialidad”, promete canciller de Cuba
“Pueden contar con Cuba para el éxito de este ciclo”, dijo en la apertura de las pláticas el titular de Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, quien además prometió a los negociadores “discreción e imparcialidad”.
Rodríguez recordó además que la isla fue incorporada por Estados Unidos a una lista de países presuntamente patrocinadores del terrorismo “por no violentar” los acuerdos establecidos para estas pláticas, cuando el gobierno de Duque solicitó la extradición de los negociadores del ELN, luego de un atentado con bomba en Bogotá en 2019.
Desde los años 80 del siglo pasado, La Habana ha sido sede de conversaciones de paz entre Bogotá y fuerzas guerrillas del país sudamericano, entre ellas las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que en 2016 lograron a un acuerdo de paz con y la administración de Juan Manuel Santos pasaron a la vida civil.
En este aspecto, la representante de Petro en las platicas iniciadas hoy dijo que “el compromiso de Cuba con la paz en Colombia siempre ha sido irrefutable” e instó al gobierno del presidente estadunidense, Joe Biden, a sacar a la isla del listado de países terroristas.
“Desde 1986 no pisaba Cuba y estoy muy agradecida por su solidaridad”, remarcó la senadora Pizarro Rodríguez, quien al igual que Petro milita en la izquierda colombiana.