Islamista enfrenta cárcel y expulsión de España por adoctrinamiento terrorista

Oussama Abbal, un hombre de 34 años considerado un "líder religioso" que alababa al Estado Islámico y buscaba adoctrinar mujeres en España

España condena a Islamista a prisión y ordena su expulsión
José Antonio López
Madrid /

Un supuesto “líder religioso” asentado en España, que alababa al Estado Islámico (DAESH) y que se preparó para adoctrinar mujeres, fue enviado a prisión durante tres años y posteriormente será expulsado del país.

Así acordó en la Audiencia Nacional, donde Oussama Abbal, reconoció los hechos contenidos en el escrito de acusación, por los que el Ministerio Público pedía tres años de prisión por un delito de autoadoctrinamiento terrorista.

El acusado, de 34 años, fue detenido el pasado mes de junio de 2023 y su detención se precipitó después de que un agente encubierto de la Guardia Civil entablara una amistad virtual en Facebook con el acusado.

Arresto de Oussama Abbal: 

La Fiscalía española sostiene que al menos desde 2020 y hasta su detención este hombre “evolucionó en un proceso de radicalización, consumiendo por su cuenta en internet propaganda yihadista, con la intención de difusión de ese contenido a terceros para lograr captar nuevos adeptos, manteniendo contactos con personas con la intención de unirse a organizaciones terroristas y realizando el juramento de lealtad a la organización terrorista y su califa”.

De esta manera, y “con la finalidad de llevar a cabo los postulados violentos de la organización terrorista comenzó a relacionarse a través de las redes sociales con terceras personas, principalmente mujeres, con la intención de adoctrinarlas”.

La investigación reveló que el acusado “había interiorizado el ideario yihadista radical y violento propugnado por DAESH, su acrítica  adhesión a las premisas que proclama, su afán por alabar a la organización terrorista y sus logros, procediendo a difundir sus presupuestos ideológicos, así como su predisposición a trasladarse” a zona de conflicto.

El detenido “buscaba un perfil de mujer practicante musulmana, que usara asiduamente vestimenta islámica, como el niqab, que tuviera cierta orientación a una doctrina rigorista del Islam y que pudiera sentirse atraída por conocer más en relación a la vida que debe de llevar un Muwahid, aceptando un rechazo hacia la vida occidental”.

La última fase de este proceso de captación se desarrollaba en la aplicación de mensajería instantánea Telegram, considerada por el acusado “como un sitio seguro y más privado para continuar una conversación cuando el contenido de la misma derivaba en un acercamiento a los postulados de la organización terrorista DAESH”.

DLGE

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