Brenton Tarrant, autor material de los ataques a mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por haber asesinado a 51 fieles musulmanes en 2019.
"Le corresponde al tribunal aportar una respuesta de rechazo ante una maldad tan vil", declaró el juez Cameron Mander, al pronunciar esta sentencia sin precedentes en la historia judicial de Nueva Zelanda.
La sentencia se ha dictado tras tres días en los que 91 supervivientes del atentado y familiares de las víctimas dieran testimonio ante el tribunal, después de que Tarrant se declarara culpable de todos los cargos y decidiera renunciar a su defensa.
El juez Mander, que describió los hechos con detalle y habló de cada una de las víctimas, explicó que la matanza que Tarrant planificó y perpetró "no tiene cabida aquí y no tiene cabida en ningún lugar".
El reo recibió su condena a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional por los 51 cargos de asesinato, mientras que cada uno de los 40 cargos de intento de asesinato conllevaron una pena de 12 años de cárcel y el delito de terrorismo otra cadena perpetua.
La decisión sin precedentes de Mander de aplicar la cadena perpetua sin derecho a libertad condicional se apoya en una reforma legislativa introducida hace una década para los crímenes más graves de asesinato.
"Si no es ahora, cuando", comentó el magistrado, que además señaló que Tarrant declaró a través de su abogado de oficio su intención de aceptar la máxima pena, pero jamás mostró "remordimiento" o "reconocimiento público" por esta matanza perpetrada con una "indiferencia desalmada".
"Usted es un ególatra", remarcó el juez a Tarrant, que permaneció impasible y en silencio durante todo el proceso.
ledz