Corrían los años ochenta en Nueva York y dos figuras relevantes de las altas esferas de Manhattan se cruzaron en un episodio que dejó una curiosa historia entre el arte y los negocios estadunidenses. Donald Trump, el magnate inmobiliario en ascenso, y Andy Warhol, el padre del Pop Art, iniciaron una breve interacción que culminó en una enemistad que el artista nunca pudo borrar de su historia.
Con tan solo 35 años, Trump se encontraba en la edad de oro de su carrera inmobiliaria (1981), tras haber erigido la Torre Trump en plena Quinta Avenida, con lo que consiguió dejar una huella en el urbanismo neoyorquino, pero para darle carácter a los pasillos del edificio de 58 pisos encargó una serie de obras de Warhol —considerando una leyenda del arte contemporáneo —.
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Por lo que el artista —famoso por sus coloridas serigrafias de Marilyn Monroe, latas de sopa Campbell y arte intervenida con orina creado durante dos décadas en su estudio "Factory" —, aceptó entusiasmado el encargó, y en primavera del 81 comenzó la producción, tomando como inspiración la misma torre.
"Warhol y Trump se habían conocido un par de meses antes en una fiesta de cumpleaños organizada por el polémico abogado Roy Cohn, a través de Marc Balet, director artístico de la revista Interview" señala un artículo de Finistre sull' Arte, las breves memorias de aquella celebración, Warhol las dejó en sus Diarios con fecha del 22 de febrero de 1981.
Trump es atractivo: Warhol
Marc Balet, "le dijo a Donald Trump que yo debía hacer un retrato del edificio para colgarlo sobre la entrada de la parte residencial. Así que vinieron a hablar de ello. Donald Trump es realmente atractivo. Una chica llamada Evans estaba con él, y luego había otra mujer. Era realmente extraño, esta gente es realmente rica. Ayer hablaron de comprar un edificio por 500 millones de dólares o algo así... es un tipo muy masculino", describe Warhol en su Diario
¿Obras sin espíritu Warhol?
Para esa época Andy ya había dejado la parte experimental, y se había consagrado entre las figuras de arte en a nivel internacional, razón por la que trabajaba casi por completo bajo encargo, y la enmienda de Trump no fue la excepción.
La producción dio inicio, Warhol decidió recurrir una vez más a la serigrafía sobre lienzo, técnica usada sobre su trabajo en masa, y decidió plasmar a la torre de hormigón, vidrio y bronce en una serie de ocho planchas, que reflejaban el lo estilizado del edificio.
Para Warhol la "serialidad" era parte de su arte, y tan sólo entregó las obras en la Torre Trump en 3 meses. Sin embargo, cuando Trump vio las obras no tardó en expresar su descontento, "Trump se enfadó porqué las obras no tenían colores".
Tras la entrega, la relación entre los dos titanes neoyorquinos se deterioró en picada, Trump rechazó las serie de ocho obras que Warhol había creado y se negó a pagarle.
Deuda, que causó cierta rabia e impotencia en Warhol, quien después de describir al "atractivo Trump", cerró el episodio con un "Odio a los Trump porque nunca compraron mis cuadros".
Desde ese momento Warhol tomó distancia de Trump, aunque seguían coincidiendo en las fiestas de la Elite de la Gran Manzana, casi dos años después del rechazo, Warwol tuvo una breve interacción con Ivana Trump, de quién escribió: "estaba allí, y cuando me vio se sintió avergonzada", él tenía preparado un discurso para responder sobre el paradero de las obras, pero "ella intentaba alejarse, y finalmente lo hizo".
La venganza viste de Warhol
En sus Diarios y con una nota del 15 de enero de 1984, Warhol relató que había sido elegido como jurado en la selección de animadoras del New Jersey Generals, un equipo de futbol americano que acaba de ser adquirido por Trump.
Entre las líneas Warhol describe que la cita para los miembros del jurado era para las 12:00 horas (mediodía), pero él decidió llegar al llamado con un "ligero retraso".
"Me tomé mi tiempo, fui a la iglesia y finalmente me presenté sobre las dos. Es que sigo odiando a la gente de Trump porque nunca compraron los cuadros que hice de la Torre Trump. Así que aparecí cuando ya iban por su chica 50 y sólo les quedaban 20 más", dejó escrito.
A partir de ese cierre Warhol no volvió a tener trato con el magnate y su mujer. El artista falleció en febrero de 1987 en un hospital de Nueva York, tres años después de su última interacción con Los Trump.
¿Qué pasó con el arte de la Torre Trump hecho por Warhol?
La obra seriada y encargo no pagado de Trump perteneció a un amigo cercano de Warhol, Bruno Bischofberger, quien vive en Suiza. En 2001, se exhibió en la exposición de 2001 "Gemas y Rascacielos" en la Galerie Bruno Bischofberger de Zúrich, informó El País.
Sin embargo, dos de las ocho pinturas residieron en la colección permanente de Museo Andy Warhol en Pittsburgh, Estado Unidos, y ninguna de ellas había sido subastada antes, pero en 2024, la obra fue subastada por 952 mil 500 dólares (casi un millón de euros), y más de 250 mil dólares por encima del precio máximo con el que se estimó la puja.
CHZ