El Congreso de España no investigará el escándalo de espionaje a través del programa Pegasus porque lo impidió el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que lidera el presidente Pedro Sánchez, y el principal de la oposición, el conservador Partido Popular (PP).
Además de los dos grupos mayoritarios en el Parlamento, el ultraderechista Vox y Ciudadanos vetaron en la Junta de Portavoces la celebración de una comisión de investigación acerca del escandalo de espionaje.
No obstante, el presidente Sánchez fue obligado a comparecer en la Cámara para que explique a detalles el hackeo al que fueron sometidos los teléfonos móviles de políticos de 66 independentistas catalanes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la propia terminal del presidente.
La comisión había sido solicitada la semana pasada por Unidas Podemos, principal socio de Gobierno de Sánchez, y varios paridos catalanes, algunos de ellos también socios.
Este lunes se conoció que los móviles del presidente y de su ministra de Defensa fueron atacados e “infectados” con el programa espía Pegasus en 2021.
El programa, el mismo con el que también fueron intervenidos los teléfonos de decenas de políticos independentistas catalanes y otros tantos internacionales, logró hacerse con un volumen considerable de información de los teléfonos, sobre todo del presidente.
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El gobierno tiene la absoluta seguridad de que se trató de un ataque externo, es decir, que vino fuera de España.
El hackeo al teléfono del presidente fue en mayo de 2021, mientras que el de la ministra de Defensa fue infectado en junio de ese mismo año.
Los ataques, por tanto, tuvieron lugar meses después de la ofensiva con Pegasus contra los 66 políticos independentistas catalanes y vascos, cuyo apogeo se vivió entre 2019 y 2020.
En el primer ataque al móvil de Sánchez se robaron robó 2,6 gigas y el segundo 130 megas. Desde la Presidencia, sin embargo, aseguran que el presidente en su teléfono no dispone de información confidencial.
En cuanto al móvil de la ministra de Defensa se sustrajeron apenas 9 megas de información, el equivalente a un puñado de fotos en alta resolución.
Ahora el gobierno somete a revisión todos los teléfonos móviles de los ministros para saber si también fueron espiados.