El Congreso dio su aprobación final la noche del miércoles a un paquete temporal de financiamiento gubernamental que pone fin a la amenaza de un cierre de gobierno y aplaza el enfrentamiento en torno al presupuesto federal hasta el próximo año.
El Senado se reunió hasta altas horas de la noche para aprobar la iniciativa con una contundente votación de 87-11, por lo que la medida pasa al escritorio del presidente, Joe Biden, para que se promulgue apenas un día después de su aprobación en la Cámara de Representantes mediante una votación bipartidista.
El paquete otorga fondos hasta el próximo año, cuando la cámara baja y el Senado se verán obligados a enfrentar — y de alguna manera a dejar atrás — sus marcadas diferencias sobre los niveles de financiamiento.
En tanto, la iniciativa elimina la amenaza de un cierre de gobierno a pocos días de que venciera el financiamiento previo.
“No habrá cierre de gobierno este año”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, durante un discurso en el pleno de cara a la votación final.
El plan de gastos mantiene al gobierno financiado a los niveles actuales durante prácticamente dos meses más, en lo que se negocia un paquete a mayor plazo.
La medida establece dos plazos para la aprobación de iniciativas de asignaciones: 19 de enero para algunas agencias federales y 2 de febrero para otras, lo que fija dos fechas en las que habrá el riesgo de un cierre parcial de gobierno.
“Todo el mundo está listo para votar y pelear otro día”, había dicho antes John Thune, número dos de los republicanos en la cámara.
La estrategia en dos pasos no convencía a muchos en el Senado, aunque todos salvo un demócrata y 10 republicanos la aprobaron porque garantizaba evitar un cierre del gobierno ahora. La senadora Patty Murray, demócrata de Washington que preside el Comité de Asignaciones del Senado, votó a favor pero dijo que en el futuro “multiplicará por dos el riesgo de cierre”.
El presupuesto tampoco incluye los casi 106 mil millones de dólares que ha pedido la Casa Blanca en ayuda militar para Israel y Ucrania, así como asistencia humanitaria para los palestinos y otras partidas complementarias. Es probable que los legisladores dediquen más atención a esa petición tras el feriado de Acción de Gracias con la esperanza de negociar un acuerdo.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que presentó el plan, ha prometido que no apoyará más medidas temporales sobre el financiamiento, conocidas como resoluciones de continuidad. Describió la propuesta temporal como la base para una “pelea” con el Senado en torno al gasto el próximo año.
El nuevo presidente de la cámara, que esta semana dijo a la prensa que se consideraba uno de los “archiconservadores” de la sala, ha presionado para que se hagan más recortes de presupuesto. Quería evitar que los legisladores se vieran obligados a considerar un enorme paquete de gastos del gobierno antes de los feriados de diciembre, una táctica que enoja especialmente a los conservadores.
Sin embargo, Johnson también enfrentaba presiones de otros conservadores de línea dura que querían esgrimir la perspectiva de un cierre de gobierno para conseguir fuertes recortes y concesiones legislativas.