Envases plásticos de todo tipo ya son parte del lamentable paisaje en el río Sena, en París, Francia, y los expertos alertan de la cada vez recurrente contaminación que hay en zonas como Bercy, donde los desechos generados por los seres humanos se juntan camino al mar, provocando que su descomposición sea prácticamente imposible.
El diario español El País reveló la cantidad de botellas, latas, e incluso pelotas plásticas y una rueda de bicicleta que pueden llegar a ver en el conocido río en territorio francés, esto tras un recorrido por el proyecto Europa Ciudadana, financiado por el Parlamento Europeo.
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Precisamente la capital de Francia se ha puesto en batalla ante la masiva y desequilibrada utilización del plástico, donde la alcaldesa Anne Hidalgo, quien también aspira a ser a las presidenciales del próximo año, ha decidido aplicar la lucha contra el cambio climático en uno de los territorios con mayor afluencia en el país.
El medio español informa que para 2024, París espera no tener plásticos de un solo uso, englobando en esta medida productos como vasos, cubiertos o popotes.
La medida va en orden con la aplicación aprobada por la Unión Europea en junio de 2019 ante la dificultad para reciclar este tipo de productos que colapsan tanto los vertederos como el mar.
Especialmente en el río francés hay entre 2 mil 200 y 5 mil 900 toneladas de plásticos que se detectan anualmente, así lo reveló el análisis Estimación de flujos de macroresiduos en la cuenca del Sena, de 2019, el cual consideró los casi 780 kilómetros de río.
"Estimamos que la cantidad de macroplástico que llega hasta el mar desde el Sena es de entre 100 y 200 toneladas al año. Esta fuga solo representa el 0.02 por ciento del consumo medio de un francés. Creer que se puede recoger todo con dispositivos como este (una de las 26 barreras de saneamiento del Sena) es ilusorio", dijo el investigador Romain Tramoy, del Leesu (Laboratorio de Agua, Medio Ambiente y Sistemas Urbanos), al medio español.
La contaminación en el río Sena no es menor para París si además se considera que será la sede de los Juegos Olímpicos de 2024, donde quieren realizar competencias en esa zona.
Sin embargo, la situación del Sena se repite también en otros espacios similares, el dato más revelador es el de la Agencia Europea del Medioambiente, quien calcula que el 60 por ciento de las aguas de los ríos del continente no pasan los exámenes de calidad.
La circulación de bacterias como E.coli (llamada Escherichia coli y que causa problemas urinarios respiratorios e infecciones como meningitis) o enderocosos que pasan por aguas con residuos fecales son parte también de los otros problemas que hay y que no están vinculados al plástico.
Sin embargo, ese último aspecto no exenta que los residuos plásticos sean el principal problema, eso porque el 80 por ciento de estos que pasan por los ríos llegan a parar al mar, los cuales incluso llegan a los organismos de las especies que circulan esas aguas.
"Llevamos a cabo acciones de prevención y educación para que los usuarios de los muelles del Sena hagan un buen uso de los cubos y contenedores puestos a disposición y no dejen sus residuos en el lugar", afirma Celia Blauel, teniente de alcalde encargada del Sena, a El País.
De la misma forma, sostiene que es necesario que exista un cambio de conducta que incluso derive al consumo, siendo una solicitud que ha sido promocionada por organizaciones.
Algunas pruebas en consumo se han puesto en marcha en el distrito 10 de la capital de Francia, donde hay un barrio-laboratorio que está frenando productos que ocasionan contaminación, el cual se ubica cerca al Canal de Saint-Martin.
“Trabajamos con todo un barrio, toda una calle, la escuela, los comedores, pero también la gente en sus apartamentos, los negocios, en particular, los restaurantes y los bares”, dice al periódico la alcaldesa del distrito, Alexandra Cordebard, del Partido Socialista francés, mismo al cual pertenece Hidalgo.
En esa zona está disponible una aplicación donde los consumidores pueden formar parte del programa acudiendo al comercio para tomar prestado un recipiente en el cual pueda llevar sus cosas. Tiene un mes para que lo pase nuevamente a la tienda, de lo contrario, la multa puede llegar a los 10 euros (238 pesos), el cual puede variar si no se lo queda.
Aún con la existencia de esta política experimental, las organizaciones siguen reclamando por leyes que faciliten a la lucha contra la contaminación, las cuales promuevan productos perdurables y menos perjudiciales para el planeta.
Aún con eso, la otra cara está en las empresas que se han dedicado a la producción de plásticos, los cuales incluso son exportados, por lo que ahora se busca que las soluciones estén en invertir en alternativas menos contaminantes y perjudiciales para el planeta.
Si bien la calidad del agua del río Sena ha mejorado en la actualidad, aún está lejos de que sea posible bañarse, una prohibición que rige desde 1923 y aunque alguna vez Jacques Chirac, quien fue alcalde parisino y posteriormente presidente de Francia, prometió que se iba a dar un chapuzón tras asegurar sus esfuerzos para limpiar las aguas, lo que no ocurrió y si lo hiciera ahora, arriesgaría el pago de 38 euros (poco más de 900 pesos) como multa por parte de las autoridades.