Corea del Norte lanzó hoy un proyectil modo de prueba lo que el Ejército surcoreano ha considerado que es un misil balístico, en un momento en el que el régimen liderado por Kim Jong-un no parece mostrar interés por retomar el diálogo con las autoridades en Seúl o en Washington.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano informó en un comunicado que se "detectó un proyectil que se cree que es un misil balístico lanzado hacia el mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) desde la provincia de Chagang (norte del país) en torno a las 8.10 (23.10 GMT del martes) de hoy".
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"Este lanzamiento viola múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y supone una amenaza para los vecinos de la RPDC (Corea del Norte) y la comunidad internacional", dijo un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
Agregó que "seguimos comprometidos con un acercamiento diplomático a la RPDC y les pedimos que se comprometan con el diálogo".
Se trata de la primera prueba que Corea del Norte realiza en 2022. El lanzamiento se hizo desde la provincia de Jagang, fronteriza con China, según los militares surcoreanos.
Tras una reunión de emergencia, el Consejo de Seguridad nacional surcoreano "expresó preocupación sobre el lanzamiento", según una nota de la oficina de la presidencia.
A su vez, el primer ministro japonés Fumio Kishida lo describió como un "posible lanzamiento de un misil balístico".
"Es realmente lamentable que Corea del Norte esté lanzando continuamente misiles desde el año pasado", dijo Kishida, para luego señalar que su gobierno estaba estudiando los detalles de la operación, incluido el número de proyectiles lanzados.
Ni Seúl ni Tokio han logrado establecer de momento con precisión el apogeo alcanzado por el misil o el trazado de su vuelo, algo que se ha venido repitiendo en los últimos tiempos debido a la creciente sofisticación del arsenal norcoreano.
El portavoz del gobierno nipón, Hirozaku Matsuno, sostuvo que si el artefacto "ha seguido una órbita normal, debería haber viajado unos 500 kilómetros y haber caído fuera de la zona económica exclusiva de Japón".
En su primera década en el poder, el dictador norcoreano, Kim Jong-un, ha priorizado el desarrollo armamentístico y nuclear del país comunista, aunque ello le haya supuesto importantes sanciones internacionales.
Si bien los problemas económicos del país se agravaron por la pandemia de coronavirus, el aislado régimen ha mantenido esta estrategia con una serie de ensayos militares entre septiembre y octubre de 2021 que volvió a retomar este miércoles.
El lanzamiento llega después de que Kim Jong-un expresara la semana pasada en un encuentro de su partido su compromiso a seguir desarrollando las capacidades militares del país.
"Espero que Corea del Norte continúe refinando su arsenal como una manera de mejorar su posición estratégica en tiempos de cambio político en la región", dijo Jean Lee, del Woodrow Wilson International Center de Washington.
- Mensaje a Washington -
Entre septiembre y octubre de 2021, el régimen comunista norcoreano anunció ensayos exitosos de misiles de crucero de largo alcance, misiles balísticos desde un submarino y desde un tren, además de lo que definió como una prueba de misil hipersónico.
Estos anuncios estuvieron acompañados también de informaciones de progresos militares de Corea del Sur, en lo que parecían señales de una carrera armamentística en la península tras la ruptura de las negociaciones sobre una eventual desnuclearización en esa conflictiva región.
Las conversaciones entre Pyongyang y Washington quedaron rotas tras el fracaso en 2019 del diálogo emprendido entre Kim y el entonces presidente estadunidense Donald Trump.
Su sucesor, el demócrata Joe Biden, ha declarado repetidamente la predisposición de la nueva administración a reunirse con representantes norcoreanos, pero Pyongyang guarda silencio al respecto y acusa a Washington de mantener su política "hostil".
"Pyongyang está mandado el mensaje a Estados Unidos de que no va a cambiar y, por lo tanto, Washington debe ceder", sostuvo Shin Beom-chul, del Instituto de Investigación de Estrategia Nacional de Corea.
Además de las consecuencias económicas de las sanciones internacionales, Corea del Norte sufre por el bloqueo autoimpuesto en sus fronteras para evitar la entrada del coronavirus que hace temer a Naciones Unidas por una crisis alimentaria de gran magnitud.