Costa Rica vive su año más violento registrado con 777 homicidios en 2023

El país centroamericano vive una escalada de violencia relacionada con el narcotráfico y grupos criminales cada vez más organizados.

Operativo contra el narcotráfico en Costa Rica (AFP)
Agencia AFP
San José, Costa Rica /

El 2023 ya es el año más violento que se ha registrado en Costa Ricacon 777 homicidios entre enero y noviembre, 238 más que en el mismo periodo de 2022, según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ, policial).

La escalada de violencia que vive Costa Rica ligada al narcotráfico ha llevado a las escuelas a realizar simulacros de tiroteos mientras personas mueren en espacios públicos. 

Es un "cáncer" que "no fue detectado a tiempo", dijo a la AFP el ministro de Seguridad Pública (Interior), Mario Zamora. "Tenemos que evitar que haga metástasis", agregó.

Según una encuesta de la Universidad de Costa Rica, el 41.3% de las personas consultadas consideraron la inseguridad y la delincuencia como su principal preocupación, 13.5 puntos porcentuales más que un sondeo realizado en septiembre.

"Es un hecho novedoso", afirmó el historiador Hugo Vargas.

Dos personas llegando en moto, un sicario que dispara y alguien muere. La historia se repite prácticamente cada día en las noticias.

"A cada rato hay muertes. Es lo que comemos en las noticias cada mañana desde que nos levantamos", declaró a la AFP Mario Rodríguez, un jubilado de 74 años.

El septuagenario extraña la tranquilidad en un país que por mucho tiempo fue considerado un oasis en una Centroamérica que pasó de décadas de conflictos bélicos y civiles a la violencia del narcotráfico y las pandillas.

"Da un poco de temor, más que todo por los hijos. Tal vez tengan que ir al colegio o a hacer un trabajo con sus compañeros... ya ni pueden jugar a la bola en un parque porque puede pasar una balacera", comentó de su lado la comerciante Alexa Mujica, de 37 años.

Operativo contra el narcotráfico en Costa Rica (AFP)

Otro puente de droga hacia Estados Unidos y Europa 

Costa Rica es, como el resto de Centroamérica, puente de la droga que va de Sudamérica hacia Estados Unidos y Europa. En el camino, dinero, droga y armas refuerzan pequeños carteles cada vez más organizados.

Dos tercios de los homicidios son ajustes de cuentas en la disputa entre bandas por territorios para el mercado de drogas. El 81% de las muertes fueron cometidas con arma de fuego, a veces fusiles militares AK-47 o AR-15.

"No es una crisis generalizada de inseguridad", sostuvo Zamora.

El gobierno comenzó en mayo una operación anticrimen que desarticuló unas 10 estructuras criminales.

En la caribeña Puerto Limón históricamente deprimida y donde la tasa de homicidios es de 35,3 por cada 100 mil habitantes, se instalaron escáneres en el puerto para detectar droga en los contenedores de carga destinados a Estados Unidos y Europa.

Según las proyecciones, Costa Rica cerrará 2023 con unas 900 muertes violentas y una tasa de 17 homicidios por cada 100 mil personas, en un país con 5.1 millones de habitantes.

El año pasado, ya se alcanzó un récord con una tasa de 12.6 homicidios. El promedio mundial es de ocho por cada 100 mil personas, según la ONU.

Ante el agravamiento de la situación, siete proyectos de ley para reforzar la seguridad pública esperan análisis en el Congreso.

aag

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