Elon Musk amenazó con irse de California, estado donde instaló su único sitio de producción de automóviles eléctricos Tesla en Estados Unidos, porque las autoridades locales le impiden reanudar la producción de inmediato debido a la pandemia de coronavirus.
"Francamente, es la gota que desborda el vaso. Tesla trasladará inmediatamente su sede y sus futuros proyectos a Texas/Nevada. Y si tuviéramos que mantener una actividad de fabricación en Fremont, dependerá de cómo seamos tratados", dijo Musk en una de esas largas diatribas que suele lanzar en su cuenta de Twitter. Y a las que no siempre le siguen acciones reales.
Destacó la experiencia de Tesla en China, donde su planta de fabricación reabrió sus puertas después de que la epidemia de Covid-19 fuera controlada.
"Tesla sabe mucho más sobre lo que debe hacerse para estar seguro a través de nuestra experiencia en la fábrica de Tesla en China que un funcionario interino (no electo) interino del condado de Alameda", cerca de San Francisco y donde se encuentra la fábrica, dijo el magnate, que acaba de tener un hijo con la música Grimes.
También aseguró que demandará "inmediatamente" al condado de Alameda, acusando a sus autoridades de ser "irracionales y fuera de sintonía" con la realidad.
Anteriormente, fueron las declaraciones durante una conferencia telefónica con analistas financieros las que habían generado revuelo, debido al cierre de la planta de Fremont desde el 12 de marzo. Entonces estimó que la extensión del confinamiento ciudadano era "fascista" y "no democrático".
Tesla logró registrar una ganancia modesta, pero sorprendente, de 16 millones de dólares en el primer trimestre, un aumento del 33% en las entregas de automóviles y un aumento de la facturación del 32%, a 5.990 millones de dólares.
bgpa