La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) pidió el jueves a los gobiernos y donantes mayores esfuerzos para abordar la crisis migratoria de Estados Unidos, manifestada por un número creciente de migrantes irregulares que cruzan la peligrosa frontera de Darfur, entre Panamá y Colombia en su viaje hacia Estados Unidos.
Unos 49 mil migrantes llegaron a Panamá a través de la selva en las primeras ocho semanas de este año, cinco veces más que en el país, que el mismo período en 2022, dijo Roger Alonso, jefe de la división de desastres, crisis y clima de la FICR.
''Este número multiplicado por cinco confirma lo que venimos advirtiendo desde hace meses: que el aumento de la migración irregular en Panamá y en todo el continente es histórico, y que el endurecimiento de los requisitos de visa y entrada en varios países no frena el movimiento de personas, simplemente empeora, la gente elige rutas irregulares que arriesgan sus vidas", dijo Alonso.
La corriente migratoria que utiliza la selva para cruzar del sur al norte del continente está integrada por personas de más de 50 países del mundo. Estuvo involucrada una red de trata de personas, como insisten las autoridades.
En 2022, los ciudadanos venezolanos (150 mil 327) lideraron la cifra histórica de 248 mil 284 migrantes irregulares a través de la selva, seguidos por Ecuador (29 mil 356) y Haití (22 mil 435). En 2021 fueron los haitianos, y hace unos años, en la crisis de 2015-2016, fueron los cubanos.
Las restricciones de entrada impuestas por Estados Unidos a los migrantes venezolanos a mediados de octubre frenaron la afluencia de ellos, como lo demuestra la cantidad de pasajeros que cruzan el río Darién: de 59 mil 773 en el mismo mes a 16 mil 632 en noviembre de 2022.
''Solo en Centroamérica y México, más de 500 mil personas han requerido asistencia humanitaria en los últimos seis meses y este número seguirá creciendo en 2023", dijo Alonso en comentarios publicados por la Cruz Roja el jueves.
"Responder a sus necesidades en el camino es una urgencia y una responsabilidad moral colectiva. Los equipos de la Cruz Roja ya están en tránsito y en las comunidades anfitrionas, y ahora es el turno de los gobiernos y los donantes de hacer más para aliviar esta crisis y entregar ayuda humanitaria". trabajo en equipo, agregó.
Panamá registra a los migrantes que cruzan la selva y les brinda asistencia sanitaria y alimentaria en el Centro de Recepción de Inmigrantes (ERC) de la provincia de Chiriquí, ubicado en Darién y frontera con Costa Rica.
La Cruz Roja estima que "los flujos migratorios se intensificarán ante el inicio de la temporada de lluvias, mayo-junio de 2023" en la región.
Argumenta que los desastres recurrentes, las crisis climáticas, la violencia, la inestabilidad política y el drama socioeconómico dejado por la pandemia llevarán a más personas a abandonar sus países en busca de seguridad, estabilidad y protección.
Las autoridades panameñas dicen que al menos 400 mil migrantes podrían cruzar el Darién para 2023 si continúa el ritmo actual.
“La red humanitaria más grande del mundo también recuerda la urgencia de apoyar a los países sudamericanos que albergan a cerca de cuatro millones de migrantes, que necesitan con urgencia implementar medidas de inclusión social”, agregó la Cruz Roja en un comunicado difundido.
MbG