Cruza "Hombre volador" el canal de la Mancha

Avances tecnológicos. El empresario y deportista Franky Zapata afirma que su siguiente paso es terminar un automóvil que podrá elevarse a 2 mil metros.

Travesía de superhéroe.
AFP
Sangatte /

Lo consiguió en su segundo intento. El “hombre volador” Franky Zapata logró ayer su hazaña de cruzar el canal de la Mancha a bordo de su flyboard en poco más de 20 minutos, tras una breve parada en un barco para reabastecerse de queroseno.

Este francés de 40 años despegó hacia las 08:15 de la mañana, tiempo local, a bordo de su tabla voladora desde una playa cercana a Calais, en el norte de Francia, en medio de un ruido ensordecedor y bajo la mirada de cientos de curiosos.

Vestido de negro, con arnés y casco, despegó rumbo a la bahía de la ciudad de Dover, en el sur de Inglaterra, donde aterrizó tras sobrevolar entre 15 y 20 metros de altura, convirtiéndose en el primer hombre en cruzar el canal de la Mancha a bordo de una tabla voladora.

Durante la travesía, se posó durante unos momentos en un barco, en aguas francesas, para cambiarse la mochila, en la que llevaba el queroseno necesario para que su aparato funcionara.

El aterrizaje en ese barco “fue complicado, todavía se movía bastante, no logré posarme a la primera pero lo hice al segundo” intento, explicó a la prensa tras su regreso a Francia.

Una vez se posó sobre la plataforma de abastecimiento, “sabía que había hecho lo más difícil”, declaró en la rueda de prensa.

Luego volvió a despegar hacia las costas británicas, donde aterrizó tras haber recorrido los 35 km del estrecho, de pie sobre su máquina voladora dotada de cinco turborreactores de aire que permiten despegar y avanzar a hasta 190 km/h, con una autonomía de unos diez minutos.

A su llegada a las costas británicas, Zapata levantó el puño para enseguida abrazar a uno de sus colaboradores.

“Veía Inglaterra que se iba acercando e intenté disfrutar para no pensar en el dolor. ¡Las piernas me quemaban!”, aseguró Zapata, justo después de aterrizar, añadiendo que se trataba de un “trabajo de equipo”.

“Por encima de las nubes”

“Creo que no estuve lejos de mi límite”, admitió más tarde en la rueda de prensa en Sangatte, en el norte de Francia.

Zapata, quien dijo que se sentía “cansado” y necesitaba unas vacaciones, aseguró que ya tiene otros desafíos en mente, como terminar su “coche volador”.

“Quiero volar a dos mil metros y volar por encima de las nubes. ¡Es la próxima etapa!”, declaró a la agencia francesa AFP. “¡Me siento bien, feliz y afortunado!”.

El 25 de julio, 110 años después del éxito del francés Louis Blériot, primer aviador en atravesar la Mancha, Zapata se lanzó desde el mismo lugar con su invención. Sin embargo, a los pocos minutos de entrar en aguas inglesas cayó al mar, tras golpear levemente la plataforma del barco de abastecimiento donde intentaba posarse.

Esta vez, el barco de aprovisionamiento era más grande y tenía una zona de aterrizaje más amplia, y estaba situado en aguas francesas.

“Realmente no pensé que lo lograría, pero esperaba”, contó la residente Helen Reed en Saint Margaret's Bay. “Solo verlo en la distancia con mis binoculares, fue simplemente increíble”.

Con la primera tentativa, Zapata y su empresa lograron cierto eco mediático, aprovechando la espectacular intervención que realizó unos días antes durante la fiesta nacional francesa, el 14 de julio pasado, al volar a varios metros del suelo durante el desfile militar en los Campos Elíseos de París.

“Felicitación @frankyzapata! (...) Con esta nueva hazaña, usted continúa superando los límites de la innovación militar francesa. Es un orgullo y una inspiración para todos y todas, gracias!”, reaccionó anoche en su cuenta de Twitter el presidente Emmanuel Macron.

Su invento fue expuesto a finales de 2018 en el Foro Innovación de la Defensa de París. Las fuerzas especiales franceses se han interesado por esta plataforma voladora, viendo en ella “un potencial uso en las operaciones especiales en zonas urbanas”.

Desde diciembre de 2018, su empresa Z-AIR cuenta con una subvención de 1.3 millones de euros del Ministerio francés de Defensa para desarrollar una nueva turbina que pueda ser impresa en 3D.

“No es el retorno de los Avengers, es la realidad. Bravo a Franky Zapata [...] Orgullosa del apoyo que nuestro ejército aporta a la innovación”, tuiteó la ministra francesa de Defensa, Florence Parly. _


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