Los cubanos que trabajan en el exterior de la isla en misiones oficiales votaron hoy una nueva ley que incluye la aceptación del matrimonio igualitario en el país caribeño entre otras novedades, dando inicio a un controvertido referendo que continuará a nivel nacional el próximo fin de semana.
El Código de Familias, como se denomina la legislación, fue aprobado por el parlamento unicameral, pero para que se haga efectivo debe recibir el voto afirmativo de la mayoría de los cubanos en el referendo que se llevará a cabo en la isla el próximo domingo 25 de septiembre.
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El canciller Bruno Rodríguez votó en la Misión Permanente de Cuba en Naciones Unidas, donde su gobierno presentará por trigésima ocasión una resolución que pide poner fin al bloqueo de Estados Unidos al país caribeño.
Tras ejercer el sufragio, Rodríguez escribió en Twitter que lo hizo “por el Código que merecen las familias cubanas, donde hay espacio para todos y todas”. El canciller agregó que la nueva legislación “refleja la realidad y la voluntad de Estado cubano de alcanzar la mayor justicia social posible”.
El vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, también votará fuera de Cuba. Valdés Mesa asistirá mañana en Londres a los funerales de Estado de la reina Isabel II, luego de asistir en Luanda a la toma de posesión del recién reelecto presidente de Angola, Joao Lorenco.
Según se desprende de los informes del Consejo Electoral Nacional (CEN), los resultados de esta votación en el exterior se conocerán la noche del próximo domingo cuando también está previsto revelar el saldo del referendo que ese mismo día se efectuará en los 158 municipios de la isla.
El voto fuera de Cuba se realizó en más de mil colegios y coincidió con hoy se hace también una comprobación nacional. “Los dos ejercicios tienen lugar a la misma vez y están preparados los sistemas para tener las acciones al unísono”, dijo la titular del CEN, Alina Balseiro.
Los cubanos afirman que “esta es la primera vez que se lleva a referendo una legislación de esta naturaleza en Cuba y en el resto del mundo”
El referendo puede ir más allá del matrimonio igualitario
“El presidente Miguel Díaz-Canel ha insistido en que votar por el Sí en el referendo lo es también por la democracia y por la continuidad de los ideales de Fidel Castro y ese matiz político refuerza la perspectiva de que la consulta del domingo puede llegar más allá de las muchas novedades de este código”, dijo a MILENIO Vivian Núñez, quien fuera corresponsal en La Habana de varios medios mexicanos.
“Para mí el 25 también se votará a favor o en contra de la gestión del gobierno en un momento de aguda crisis en el país, donde habrá gente que utilice el referendo para expresar su inconformidad, dejando a un lado todo lo positivo que tiene el código”, agregó la analista de 68 años.
En ese contexto, el gobierno lleva a cabo una sistemática campaña publicitaria a favor del Sí, mientras la oposición y el exilio llaman a lo contrario. Esa última posición coincide por razones divinas y tradicionalistas con la de la Iglesia católica y otras denominaciones religiosas, así como con un sector de la población mayor de 60 años de edad.
Además de aceptar el matrimonio igualitario, la nueva ley garantiza a parejas del mismo sexo la adopción de hijos y el derecho a herencias; establece la llamada gestión solidaria para mujeres que no pueden tener descendencia y acuden a otra a fin de que para en su nombre; reconoce todos los tipos de unión que se registran en el país; da garantías a los abuelos de acceso a sus nietos en caso de rechazo de los padres; y refuerza la protección de niños y adolescentes, entre otras muchas novedades.
Cuando termine el referendo “solo habrá más justicia”, dice experto
“El día después de aprobar el Código no habrá más homosexuales, tampoco habrá menos; no habrá más transexuales, tampoco habrá menos; no habrá más bisexuales, tampoco habrá menos; no habrá más heterosexuales, tampoco habrá menos (…) El día después todo parecerá que sigue igual, pero detrás del aparente «no cambio» en las calles, habrá ocurrido un terremoto”, consideró el analista Ernesto Estévez.
Lo que ocurrirá, concluyó Estévez es que “todos tendremos nuestros derechos mejor protegidos, y seremos una sociedad un poco más justa, más bella, más feliz, más con todos y por el bien de todos”.