Hace 32 años que un presidente del gobierno español no visita territorio cubano para una reunión bilateral. Pero esto quedará atrás este jueves, cuando el socialista Pedro Sánchez arribe a la isla caribeña.
El objetivo del viaje de Sánchez, entre el 22 y 23 de noviembre próximos, es normalizar relaciones con un país que ha abierto una nueva etapa con la llegada de Miguel Díaz-Canel a la presidencia en abril pasado y que, por primera vez desde la revolución de 1959, no está regido por uno de los hermanos Castro.
El líder del socialismo español también intenta aprovechar un momento favorable propiciado por la sustitución, a finales de 2016, de la vieja posición común, que la Unión Europea (UE) mantenía desde hacía dos décadas frente a Cuba por un acuerdo de diálogo político con la isla.
El viaje es calificado por algunos analistas como de “alto riesgo” porque viene precedido de una larga etapa de altibajos Madrid-La Habana en los gobiernos españoles de derecha (José María Aznar y Mariano Rajoy). Relación de amor-odio difícil de pronosticar y más difícil aún de controlar.
Fue el pasado 25 de septiembre, en plena Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, cuando Pedro Sánchez anunció, tras reunirse con el presidente cubano, que visitaría la isla “lo antes posible”.
Desde Madrid explican que el objetivo es que la visita de Sánchez a Cuba sea un viaje “muy presidencialista”, por lo que se descarta, salvo sorpresa de última hora, la presencia de otros miembros del Ejecutivo.
Esta cumbre está considerada por el propio mandatario español, y su equipo, como “histórica”: se produce en pleno “proceso de cambio” en Cuba y más de tres décadas después de la visita de Felipe González, del PSOE al igual que Sánchez, a la isla antillana en 1986.
José María Aznar, del conservador PP, estuvo allí en 1999, junto al rey Juan Carlos, pero fue para asistir a la IX Cumbre Iberoamericana y no en el marco de una visita bilateral.
Tres veces por el Atlántico
Está previsto que a Cuba acompañen a Sánchez una numerosa delegación de empresarios para explorar posibles vías de negocio e inversión en la isla, donde España tiene intereses, sobre todo en el ámbito turístico.
En un principio, se barajó la posibilidad de que Pedro Sánchez visitara La Habana aprovechando su viaje a Antigua (Guatemala), para participar en la pasada XXVI Cumbre Iberoamericana, pero no fue posible.
Ello obligará al presidente español a cruzar tres veces el Atlántico en poco más de medio mes: el 15 y 16 de noviembre acudió a Guatemala; el 22 y 23 irá a Cuba; y el 30 de noviembre y 1 de diciembre a Buenos Aires, para la cumbre del G-20.
El gobierno encabezado por el PSOE hace hincapié en que con la llegada de Sánchez al Palacio de la Moncloa –sede del jefe de gobierno español– se está relanzando la política exterior hacia Latinoamérica, abandonada, afirma, por el ejecutivo de Rajoy (del Partido Popular, PP).
Como ejemplo del acercamiento, recuerdan la gira que Sánchez realizó a finales de agosto pasado por cuatro países de la región: Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica.
México es un destino pendiente por el cambio de mando presidencial entre Enrique Peña Nito y Andrés Manuel López Obrador. “Preferimos ser prudentes”, señalaron desde La Moncloa.
Claves
Muere embajador
El embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez, falleció ayer en La Habana a los 81 años.
Tristeza de Maduro
“Con mucha tristeza recibo la noticia”, tuiteó el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Viejo guerrillero
Durante las décadas de los años 1960 y 1970 tomó las armas e intentó derrocar el sistema bipartidista que imperaba en Venezuela.