La Asamblea Nacional (AN) de Cuba convocó hoy para el 25 de septiembre la realización de un referendo sobre el nuevo Código de las Familias, que regirá en la isla e incluye el matrimonio igualitario, tras aprobar además varias iniciativas económicas que el gobierno considera “riesgosas pero necesarias” para detener la crisis que afecta al país.
“El referendo se realizará entre las siete de la mañana y las siete de la noche en el territorio nacional y una semana antes tendrá lugar entre los cubanos residentes en el exterior”, informó el diputado Homero Acosta después de que el código fue aprobado en la AN y convertido en Ley.
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Ese instrumento legal, que sustituirá al vigente desde la década de los años 70 del siglo pasado, debe ser aprobado por más de 50 por ciento de los votantes y fue discutido por el 75.93 por ciento de la población de la isla entre febrero y abril. La versión 25 de la nueva ley irá a referendo con 49.15 por ciento de cambios en relación con el documento sometido a debate popular, según las autoridades rectoras.
“Este es un instrumento necesario, intenso, enriquecedor con alto contenido democrático porque está impregnado de soberanía popular y reconoce todos los derechos para todas las personas”, dijo el titular del ministerio de Justicia, Oscar Silvera Martínez, al intervenir en la AN.
El ministro agregó que el 61.96 por ciento de los cubanos que participaron en los debates por barrios aprobó en su conjunto el nuevo Código de las Familias y puntualizó que entre los tópicos que no sufrieron modificaciones sustanciales figura el matrimonio igualitario.
Desde antes de la consulta popular, las autoridades desplegaron una intensa campaña publicitaria a favor del matrimonio gay, que ha sido cuestionado por algunas instituciones religiosas, incluso con demostraciones públicas, y sectores conservadores de la sociedad cubana.
“Este es un código construido incluso desde las divergencias para enaltecer la dignidad de todas las personas”, dijo por su parte en el legislativo el doctor Leonardo Pérez Gallardo.
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Entre los aspectos enriquecidos en la nueva ley figuran los derechos sexuales y reproductivos (incluido el aborto) , así como el reconocimiento expresamente del cuidado como derecho; y la ampliación de la protección de niñas, niños y adolescentes en situaciones excepcionales y de desastres, trascendió en la AN
Iniciativas económicas “riesgosas, pero necesarias”
Los debates en la AN sobre el nuevo Código de las Familias siguieron a los anuncios por el titular de Economía, Alejandro Gíl, de inéditas disposiciones para tratar de sacar al país de la profunda crisis en que se encuentra, con falta de alimentos y medicinas, y cortes de electricidad diarios.
Entre ellas figuran, por primera vez en medio siglo, “establecer un marco regulatorio para la inversión extranjera en el sector no estatal (privado), en negocios estratégicos; avanzar en la constitución de empresas mixtas entre entidades estatales y privadas, así como empresas conjuntas con capitales estatal, privado y extranjero”.
Asimismo se aprobó flexibilizar las importaciones por personas naturales con carácter no comercial. Tales importaciones, sobre todo de alimentos y medicinas, nutren pequeños negocios privados que se benefician de los marcados déficits que se registran en les redes de comercios estatales dominantes en el país.
Otra de las novedades es la implantación en fecha todavía por definir de un nuevo mercado cambiario de divisas fuertes. Hasta ahora, el precio de cambio estático y oficial es de 24 pesos nacionales por un dólar estadunidense. En el incontrolado mercado informal el cambio fluctúa hoy entre 115 y 120 pesos por dólar.
“El modelo económico nuestro es diferente al del resto del mundo”, reconoció al ministro de Economía al anunciar las nuevas disposiciones y advirtió acto seguido: “Ninguna de estas medidas está exenta de riesgos ni es mágica, ni generará por sí sola a partir del lunes el incremento de las ofertas de bienes y servicios, pero son necesarias”.
En medio de la crisis y del reforzamiento de sanciones por parte de Estados Unidos, Cuba vive un proceso de cambios que va dejando a un lado la estatificación casi absoluta de la economía que rigió durante 50 años y trata ahora de mantener un equilibrio entre negocios estatales, privados y cooperativos, sin que resurja el capitalismo, lo que los líderes del país caribeño consideran el mayor riesgo de las transformaciones en curso.
OC