El gobierno del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acaba de poner en práctica un nuevo tipo de aranceles para empresas privadas y estatales como parte de un plan de ajustes económicos que incluye aumentos de precios al combustible, la electricidad y otros servicios básicos.
La decisión, que ya entró en vigor, comprende el incremento de hasta 30 por ciento de las tarifas arancelarias para la importación de cigarros, rones y otras bebidas.
El aumento será del 15 por ciento “cuando esos productos provengan de países con el trato de nación más favorecida, a partir de acuerdos bilaterales firmados”, según lo establecido.
La web oficial Cubadebate dijo que “la medida va encaminada a la protección de la producción nacional en esos rubros”.
No obstante, los cubanos temen que la disposición impacte en el sector privado, que lidera la importación y comercialización de esos productos, así como de alimentos básicos, a altísimos precios.
“Las empresas nacionales no logran satisfacer la demanda ni con los rones ni con los cigarros que se producen en este país”, dijo Eusebio Pla, en una de las primeras reacciones registradas por MILENIO.
La producción de rones y cigarrillos corren a cargo de dos empresas mixtas (estatales nacionales y privadas extranjeras), pero sus ventas en moneda nacional están restringidas y solo se logra cierta estabilidad en los comercios estatales que venden en moneda fuerte.
Rebajan tarifas a la importación de materias primas
Asimismo se acordó reducir hasta en 50 por ciento el arancel aduanero a la importación de materias primas, insumos y bienes intermedios con destino a producciones locales.
Esta medida va dirigida a reanimar a la industria nacional, descapitalizada en buena parte. Hasta ahora el sector privado prioriza la importación de productos terminados y ha logrado, a diferencia de las empresas estatales, mantener ventas estables de carnes, leche y otros alimentos.
Cubadebate dijo que “la medida forma parte del plan de acciones anunciadas por el gobierno en diciembre para corregir deformaciones de nuestra economía y reimpulsar su desarrollo en 2024”.
El plan incluye aumentos de hasta de 500 por ciento en la precio de la gasolina, entre otros incrementos previstos, y el gobierno asegura que “protegerá a las personas de bajos ingresos”.
Opinan expertos
Para el economista Julio Carranza las nuevas disposiciones pueden ser “causa de inestabilidad e incertidumbre, con impactos sobre la población y sobre las operaciones económicas de las medianas y pequeñas empresas privadas, ambas cosas muy delicadas en la actual situación”.
Carranza agregó que aunque todavía no se dispone de la información suficiente para hacer una valoración general “la economía es un sistema complejo y así hay que tratarla, de lo contrario las decisiones pueden conducir a efectos negativos”.
El especialista Omar Everleny recordó por su parte que “en economía, los precios no se aplican en un área sin afectar a las otras (…) y hay vaticinios, en general, de ver una inflación de entre 400 y 500 por ciento”.
ROA