Cuñado del rey acepta que en su empresa había “empleados fantasma”

Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, se sentó en el banquillo de los acusados en el juicio del Caso Nóos, que tiene lugar en Palma de Mallorca, en el que negó ser un "comisionista".

Iñaki Urdangarin aparece en una pantalla en la sala de prensa, durante el interrogatorio en el juicio que se desarrolla en Palma de Mallorca
José Antonio López
Madrid /

Iñaki Urdangarin, marido de la Infanta Cristina, se sentó hoy en el banquillo de los acusados en el juicio del Caso Nóos, que se lleva a cabo en Palma de Mallorca, y aceptó que en Aizoon, la empresa cuya propiedad compartía con la hermana del Rey Felipe, había empleados “fantasma” de los que no tenía “ni idea”.

Además, Urdangarin negó ser un “comisionista” y cuando se le mostraron varios contratados y facturas respondió que no los recordaba. “No tengo ni idea”, repitió el ex jugador de balonmano.

El cuñado del Rey Felipe VI respondió a las preguntas del Fiscal Pedro Horrach, convertido en mayor defensor de la Infanta durante el proceso, que en varias ocasiones perdió la paciencia ante las negativas de Urdangarin en sus respuestas y que por momentos maniató al ex duque con sus cuestionamientos. Una sesión que se emitió por televisión en toda España.

“Su empresa era una consultoría y no una multinacional”, le dijo Horrach molesto tras decenas de “no sé, desconozco y no lo recuerdo”, las palabras más recurridas por ex el jugador vasco de balonmano.

Eso sí, en sus primeras declaraciones Urdangarin inculpó a Miguel Tejeiro, ex secretario de la entidad, en la supuesta contratación de trabajadores ficticios en la empresa Aizoon. “Había empleados que no he conocido que supongo que eran para llegar a estos números y baremos fiscales”, declaró antes de asegurar que Tejeiro era el asesor “en estos temas”.

Vestido de traje negro, corbata gris y camisa a rayas, las tres jueces del caso llamaron la atención a Urdangarin en varias ocasiones por su tono de voz demasiado bajo a la hora de responder. “Hable más alto que las grabadoras no registran su voz”, le dijeron al cuñado de Felipe VI, extraordinariamente nervioso por momentos, titubeante y contradictorio en sus respuestas.

El ex duque de Palma le reiteró al fiscal Horrach que durante el procedimiento del caso “descubrió” que había trabajadores de Aizoon “que realmente no les he conocido, no sabía ni quiénes eran”.

Según explicó, había trabajadores de Aizoon que desarrollaban labores profesionales para el objeto social de la entidad, otros que realizaban labores de mantenimiento o servicio, mientras que, además, existían unos terceros que “los he descubierto en este procedimiento y realmente no les he conocido”.

“Yo me dedicaba a lo que me dedicaba, tenía a unos asesores con estos temas, algunos empleados no sabía que estaban con nosotros”, manifestó antes de añadir que el asesor en esta materia era Miguel Tejeiro y “a partir de ahí yo no sé nada”.

En cuanto a la selección de los empleados, Urdangarin señaló que él elegía “a los que se dedicaban a proyectos”, si bien no seleccionaba él a los que realizaban labores de servicios o los que “no he conocido”. “¿Habla en clave con su esposa?”, le preguntó el Fiscal a Urdangarin, en referencia a un correo electrónico entre los ex duques de Palma.

Lo hizo con una intención que poco después dejó clara: “La misión de la Fiscalía no solo es acusar, sino también oponerse a las acusaciones que no considera oportunas”, en alusión a la imputación de la Infanta Cristina a la que Horrach señala como inocente y que siguió el interrogatorio a su marido en la sala prácticamente sin moverse.

Respecto a las facturas exhibidas durante el juicio por Horrach en relación a la competición Valencia Summit, Urdangarin indicó que él no era el encargado de ellas. “No sé si son facturas emitidas o abonadas, yo no me encargaba de eso. Yo no soy conocedor de ellas”, insistió.

A esto, Horrach le preguntó cómo era posible que un total de 400 mil euros de los 900 mil del canon del Valencia Summit acabaran en Aizoon y Urdangarin le respondió: “No lo sé, porque yo no era el administrador”.

Respecto a su ex socio Diego Torres dijo que “éramos dos personas con aproximaciones diferentes al Instituto Nóos (supuestamente si ánimo de, lucro pero que, según el juez José Castro, fue utilizado para saquear las arcas del Estado español), pero compatibles a la hora del trabajo”.

La Fiscalía solicita 19 años y medio de cárcel para Iñaki Urdangarin por urdir junto a su ex socio una trama empresarial con la que se apropiaron de 6.2 millones de euros públicos a través del Instituto Nóos. La acusación popular pide 26 años y medio de prisión para el cuñado del Rey de España. El juicio y la declaración del ex duque se reanudarán el próximo miércoles.

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