Un programador informático francés transfirió más de 500 mil dólares en bitcoins a activistas de ultraderecha, poco antes de su muerte en diciembre, que participaron del asalto al Capitolio en Washington.
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Chainalysis, una firma que investiga transacciones con bitcoins, halló que la mayoría de las transferencias del 8 de diciembre fueron a Nick Fuentes, un influencer de ultraderecha que se encontraba entre la multitud en Washington, pero que ha negado haber formado parte de la turba que asaltó la sede del Congreso la semana pasada.
El francés de 35 años que transfirió los fondos publicó una nota de suicidio en su blog al día siguiente en la que dijo que padecía una enfermedad crónica y quería legar su dinero a “ciertas causas y personas”.
La firma Chainalysis no reveló la identidad del hombre. Siguiendo los pasos de los investigadores, un periodista de AP halló su blog y la nota de suicidio. Un servicio fúnebre publicó su biografía e información sobre el entierro, pero luego las borró.
Los investigadores federales en EU indagan en si hubo “coordinación o planificación” antes del tumulto que asaltó el Capitolio empleando métodos que son de rutina en la pesquisa criminal, como examinar las transacciones financieras y los archivos de celulares y viajes.
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El fiscal federal Michael Sherwin dijo que también se investiga si hubo “comando y control” y prometió presentar cargos si se puede demostrar que hubo conspiración. Hasta ahora no se han presentado cargos de asociación ilícita.
La investigación de Chainalysis halló que el francés envió 28.75 bitcoins, de valor estimado en 522 mil dólares, a 22 direcciones, muchas de ellas de activistas y organizaciones estadunidenses de ultraderecha. Fuentes recibió unos 250 mil dólares. Otros destinatarios fueron una organización antiinmigrante y había varias direcciones que no se han podido aún identificar.
“La donación, así como los informes de planificación del asalto al Capitolio que aparecieron en canales de ultraderecha, indica que los grupos terroristas nacionales pueden estar mejor organizados y financiados de lo que se creía”, escribieron los investigadores estadunidenses.