Las autoridades italianas han emitido una orden de arresto internacional contra Giacomo Bozzoli, fugitivo tras ser condenado a cadena perpetua por haber asesinado a su tío, arrojándolo a un horno de la fundición familiar en octubre de 2015.
La Fiscalía de la ciudad de Brescia (norte) ha decretado su búsqueda y captura internacional tras no dar con su paradero ni con el de su esposa y su hijo, después de que agentes de los Carabineros (policía militarizada) acudieran a su villa del Lago de Garda, según medios locales.
El lunes el Tribunal Supremo italiano confirmó la cadena perpetua a Bozzoli, de 39 años, por el asesinato de su tío Mario, empresario del sector de la metalurgia y con quien trabajaba en la planta familiar 'Bozzoli' en la localidad de Marcheno (norte).
Mario Bozzoli desapareció el 8 de octubre de 2015 y su caso ha derivado en los últimos años en una difícil investigación dada la ausencia del cadáver.
¿Cómo mató a su tío?
Aquel día, algunos trabajadores de la planta le vieron en los vestuarios de la fábrica y a última hora de la tarde llamó a su mujer para avisarla de que después de darse una ducha la alcanzaría en un restaurante del prestigioso lago de Garda.
No obstante, nunca se presentó a la cita ni fue encontrado por las batidas llevadas a cabo por los vecinos y sus empleados. Su coche fue hallado en el aparcamiento de la fundición y su ropa y sus zapatos en el vestuario.
Así, los investigadores se decantaron por la posibilidad de que Mario nunca hubiera salido de la planta y centraron sus pesquisas en sus hornos y tanques de metal fundido, empezando a sospechar de sus sobrinos, Giacomo y Alex Bozzoli.
En 2020, tras año y medio de investigaciones, el fiscal Pier Luigi Maria Dell'Osso imputó formalmente solo a Giacomo Bozzoli, aunque el cadáver seguía sin aparecer.
Solo seis días tras la desaparición, uno de sus empleados, Giuseppe Ghirardini, fue hallado muerto en un bosque cercano con una cápsula de cianuro en el estómago.
La acusación ha concluido que Giacomo Bozzoli asesinó a su tío dentro de la fundición a causa de sus desavenencias por su gestión y que su cuerpo fue lanzado al horno por Ghirardini.
APC