El joven empresario Daniel Noboa asume el jueves la Presidencia de Ecuador en medio de desafíos económicos y promesas de crear empleo y abordar la espiral de violencia atribuida a las bandas de narcotraficantes.
Noboa, de 35 años, ganó la presidencia en octubre con la promesa de restablecer la seguridad y crear empleos en el país sudamericano, que ha enfrentado retos económicos desde la pandemia de coronavirus, lo que ha obligado a miles de personas a migrar.
La violencia en las calles y en las cárceles, atribuida por el presidente saliente Guillermo Lasso a grupos criminales que mueven drogas desde Colombia y Perú a través de los puertos de Ecuador, ha aumentado en los últimos años, alcanzando un crecimiento sin precedentes con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto.
Noboa ocupará el cargo de presidente por 17 meses, terminando el mandato de Lasso después de que este último adelantara las elecciones presidenciales y legislativas para evitar la votación de un juicio político.
Será difícil para Noboa abordar eficazmente los importantes desafíos de Ecuador durante un mandato tan breve, dijeron analistas, aunque puede postularse para la reelección en 2025.
Hijo de Álvaro Noboa, un poderoso magnate bananero que intentó varias veces sin éxito ganar la presidencia de Ecuador, el mandatario entrante marcará su posesión con un discurso frente a la Asamblea Nacional y el mismo día podría anunciar una reforma tributaria o un proyecto para combatir la inseguridad que ha azotado al país.
"Espero que Daniel Noboa sea un presidente comprometido, honesto y que no robe, que se enfoque en el tema de inseguridad y la economía", dijo José Viteri, de 31 años, empleado de un importador de repuestos para autos en Quito. "Que no sea un presidente más como los anteriores, sino que sea el principio de un cambio para el país", añadió.
Después de su elección, Noboa emprendió una gira por Estados Unidos y Europa para buscar apoyo de inversionistas y organismos multilaterales.
Pero advirtió que podría equilibrar el cumplimiento de las obligaciones de la deuda externa del país (que llegan 47 mil 400 millones de dólares) con las necesidades de la población.
Ha dicho que creará incentivos para que las empresas aumenten el empleo, reducirá los impuestos a la construcción, establecerá una nueva unidad de inteligencia, suministrará armas tácticas a las fuerzas de seguridad y alojará a los criminales más peligrosos en barcos prisión, entre otras promesas.
Ecuador podría superar las 7 mil muertes violentas, alcanzando una tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes mayor a 35 al cierre del 2023, según un informe del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.
Noboa aún tiene que nombrar varios puestos en el gabinete. Aunque originalmente nombró a Sariha Moya como su próxima ministra de Economía y Finanzas, el miércoles dijo que ella dirigirá la Secretaría Nacional de Planificación. No ha designado a un nuevo ministro de Finanzas.
La semana pasada Noboa acordó una coalición legislativa con y el conservador Partido Social Cristiano (PSC), y el movimiento Revolución Ciudadana, del ex presidente Rafael Correa, que probablemente ayude a impulsar sus reformas.
"Todo lo que tiene que hacer, debe hacerlo rápidamente", dijo Francis Romero de la firma Click Research. "Algo que parece casi imposible siendo realistas (...) pero ese será su principal desafío", consideró.
Ecuador espera un crecimiento económico de 1.5 por ciento este año y de 0.8 por ciento el 2024.
Unos 323 mil ecuatorianos están desempleados y el trabajo informal representa más del 50 por ciento de la economía, según datos oficiales al tercer trimestre del 2023.
SNGZ