El militar ucraniano que regaló al ayudante del jefe del Ejército la granada que acabó matándolo al estallar cuando la mostraba a su familia ha sido declarado sospechoso por adquirir la munición sin el permiso correspondiente, informó hoy la Oficina de Investigaciones del Estado.
Según este órgano del Estado ucraniano, el militar —que trabaja igual que lo hacía la víctima, bajo las órdenes directas del jefe del Ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni— compró ocho granadas de mano y puso seis de ellas en una caja de regalo junto con una botella de una bebida alcohólica.
El militar regaló la caja al ayudante de Zaluzhni, Genadi Chastiakov, con motivo de la celebración de su 39 cumpleaños este lunes 6 de noviembre.
“El oficial ha sido declarado sospechoso de adquirir, guardar, transportar y vender explosivos sin el permiso requerido por la ley” según el artículo 263 del Código Penal ucraniano, explicó la Oficina de Investigaciones en un comunicado.
Una vocera de este órgano estatal explicó que la hipótesis principal es la del accidente, aunque los investigadores, agregó, no descartan que Chastiakov fuera asesinado por los servicios secretos rusos o por alguno de sus colegas por rivalidades personales.
La cuarta versión que no se descarta —agregó la vocera—, es que se tratara de un intento de asesinato, no de Chastiakov sino de algún jerarca militar del mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Según lo establecido por las autoridades ucranianas, una de las seis granadas que la víctima recibió como regalo le explotó después de manipularla cuando se la mostraba a uno de sus hijos, que resultó herido.
El militar que se la regaló, declaró a los autoridades que Chastiakov pudo haber pensado que las granadas que puso en la caja con una botella de whisky no eran munición real.
El militar investigado por compra y tenencia ilegal de munición dice que avisó al cumpleañero de que se trataba de granadas reales.
MAT