Un grupo de padres, autores y la editorial más grande de Estados Unidos demandaron a las autoridades del estado de Iowa por una controvertida ley que prohíbe prácticamente cualquier libro con contenido sexual en las aulas y bibliotecas de los colegios públicos.
La demanda está apoyada por la editorial Penguin Random House y los autores Laurie Halse Anderson, John Green, Malinda Lo y Jodi Picoult.
La solicitud acusa a los legisladores de haber violado la Constitución estadunidense con su amplia prohibición, que hace una excepción para los textos religiosos.
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Además, argumentaron, a pesar de que sus restricciones son tan vagas que podrían aplicarse a cualquier libro que describa una relación romántica, en la práctica solo se está utilizando la ley para prohibir historias de temática LGTBI.
Es la segunda demanda presentada esta semana contra las restricciones, que entraron en vigor el pasado verano en el estado.
"Bajo su amparo, se han prohibido clásicos como '1984', de George Orwell, Beloved, de Toni Morrison, o The Handmaid's Tale, de Margaret Atwood", según recoge el medio The Hill.
La norma afecta a todas las escuelas públicas del estado hasta el final de secundaria.
Además de prohibir cualquier texto donde aparezcan actos sexuales, tampoco están permitidos los libros donde se traten asuntos como la orientación sexual o la identidad de género en las aulas hasta el sexto curso.
Las restricciones de Iowa son solo parte de una larga lista de medidas aprobadas recientemente por los legisladores de estados gobernados por los republicanos, dirigidas a censurar material que consideran no apto para menores en escuelas y bibliotecas públicas.
Según la Asociación Estadunidense de Bibliotecas (ALA), los intentos de censurar libros sobre identidad de género, homosexualidad y minorías étnicas y raciales aumentaron entre enero y agosto un 20 por ciento en todo el país.
El grupo detalló que hubo 695 gestiones para la censura de materiales y querellas documentadas contra mil 915 títulos.
El 49 por ciento de los cuestionamientos ocurrieron en relación con libros en las bibliotecas públicas, comparado con un 16 por ciento en 2022.
IDM