Texas acapara los reflectores en las elecciones de medio término en Estados Unidos. El próximo 8 de noviembre el republicano Greg Abbott buscará reelegirse frente a su rival Beto O’Rourke, en un estado donde crece la población hispana, no así la simpatía hacia demócratas.
La campaña de ambos políticos ha estado enfocada en temas como migración, seguridad fronteriza, economía y educación. El gobernador ha defendido su política enmarcada en el programa Lone Star, que ha buscado frenar la migración irregular y enviado así a miles de indocumentados en camiones hacia Washington y Nueva York, principalmente.
En contraste, el demócrata, que estuvo a punto de arrebatar su escaño en el Senado al polémico Ted Cruz en 2020, ha acusado la falta de compromisos cumplidos por parte del republicano.
Texas, con 6.2 millones de votantes, es el segundo estado con mayor presencia de potenciales electores latinos, para quienes como el resto de la población de otros orígenes étnicos, las principales preocupaciones están centradas en la educación, el control de armas, los derechos reproductivos (como el acceso legal al aborto) y la economía.
En 2012 el voto latino fue fundamental para el triunfo de Barack Obama; sin embargo, estudios del Centro de Investigación Pew y diversos análisis sobre el comportamiento del electorado en Estados Unidos señalan que los hispanos no necesariamente votan ahora por los demócratas.
Por ello, con 40 por ciento de origen hispano, el Comité Nacional Republicano lo tomó en cuenta desde las elecciones primarias y decidió lanzar a 32 candidatos de raíz latina en todo los espacios en disputa. De ellos, cuatro mujeres están en Texas, de las cuales dos tienen origen mexicano.
Mayra Flores nació en Tamaulipas al igual que Mónica de la Cruz. Ambas republicanas son apuestas de su partido para captar votos hispanos en el sur del estado, donde hay mayor presencia de voto latino. Sin embargo, sus posturas políticas son de migración legal, a favor de las implementadas por Abbott.
Así, la campaña del republicano logró recaudar 9 millones de dólares para fondear las actividades proselitistas y los spots dirigidos a su contrincante Beto O’Rourke y sufragados a través de la organización Texanos por Greg Abbott.
“El hombre demoledor”
La virulencia de Abbott sobre su contrincante se observa en los spots que se han difundido en televisión y las redes sociales. El gobernador de Texas ha sido el más duro contra su competidor demócrata.
El último que apareció y que los electores pueden ver en televisión abierta acusa a O’Rourke de ser “el hombre demoledor”.
El mensaje cuestiona lo que pasará en Texas si el demócrata asume el cargo de gobernador. En la imagen se observa a un hombre que golpea con un mazo una pared donde está trazado el estado de Texas.
“Beto destruiría nuestra industria petrolera y del gas natural con sus políticas ambientales radicales. Él abriría nuestras fronteras y desfinanciaría a la policía; desmantelaría la ley y el orden con las fianzas fáciles poniendo a los criminales violentos en la calle. Texas ya no se sería Texas bajo el cargo de Beto O’Rourke”, dice el mensaje que además está en español, dirigido a la comunidad latina.
Último impulso en Florida
El presidente Joe Biden reprendió a los republicanos en cuestiones de gasto social en Florida, donde buscó dar un último impulso a la complicada campaña demócrata, a unos días de las elecciones.
El mandatario de EU se presentó a sí mismo como el Joe de la “clase media” mientras intenta —con éxito desigual— cortejar el voto de la clase trabajadora, frente a una oposición republicana que, según él, defiende la causa de los más ricos.
“Se lo ganaron”, dijo, refiriéndose al programa de beneficios para jubilados. "Ahora estos tipos (los republicanos) quieren quitárselo. ¿Quién demonios creen que son?”.