El Estado checo compró una empresa que tenía una controvertida porqueriza industrial, situada en un antiguo campo de concentración nazi para gitanos.
La adquisición del criadero de cerdos, situado en Lety (suroeste), a la empresa agrícola Agpi, fue por un valor de 17.7 millones de euros.
El Estado checo dará otros 4.7 millones de euros suplementarios para el mejoramiento del sitio.
"Tras veinte años, logramos finalmente desembarazarnos de este nefasto pasado", declaró el ministro de Cultura Daniel Herman, uno de los firmantes del contrato.
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La existencia de esta gigante explotación porcina construida en la época comunista en un lugar del holocausto rom (gitano) donde centenares de hombres, mujeres y niños murieron entre 1942 y 1943, fue denunciada en varias ocasiones por los defensores de derechos humanos, checos y extranjeros.
El gobierno de centro izquierda saliente del Primer ministro Bohuslav Sobotka cumplió así su promesa de solucionar este asunto antes de terminar el mandato.
El gabinete presentará oficialmente su renuncia en los próximos días, luego de las elecciones legislativas de los días 20 y 21 de octubre ganadas por el movimiento populista ANO.
El contrato aún debe de ser aprobado por la asamblea general de Agpi, prevista para el 4 de diciembre.
Unos mil 300 hombres, mujeres y niños pasaron por el campo de Lety entre agosto de 1942 y mayo de 1943, para muchos la última etapa antes de ser enviados a las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau.
Unos 330 gitanos, entre ellos al menos 241 niños, murieron en Lety, a causa del tifo. Los nazis exterminaron el 90% de los gitanos checos.
ESS